Desde que el presidente del Instituto Municipal de Cultura y Turismo, Fernando Gómez, asumió la responsabilidad política de promocionar el turismo en la ciudad las críticas de la oposición por los numerosos viajes realizados han sido una constante, protagonizando varios ‘roces’ serios en los plenos. Además, se le increpa al edil ‘popular’ que tenga a su disposición lo que se ha denominado «administración paralela» para ejercer labores que podrían dirigirse desde el IMC.
Pero, ¿qué presunto beneficio obtendría el exalcalde de Atapuerca de su trabajo en representación del Ayuntamiento? ¿Cobra Gómez por sus desplazamientos? Si es así, ¿cuánto y por qué? ¿Cómo influye en eso la existencia de organismos como la contestada Fundación Proyecta?
Responder a esas preguntas es complejo tanto por la necesidad de consultar documentación en diferentes organismos como por, en ocasiones, la imposibilidad de acceder a ella. Las últimas cuentas del Plan Estratégico y de Proyecta que la Intervención General del Ayuntamiento ha terminado de fiscalizar datan del año 2012, mientras que las dietas o indemnizaciones que solicitan los concejales se cobran en tiempo real, o como mucho con unas pocas semanas de diferencia entre el viaje y el ingreso del dinero.
Ese desfase temporal es lo que impide ‘cruzar’ las contabilidades del Ayuntamiento con las de Proyecta o el Plan en lo que afecta a las indemnizaciones cobradas por los concejales, ya que hay que esperar años para que esa información se registre en el Consistorio.
Qué dice la norma.
Hasta donde este periódico ha podido contrastar, Fernando Gómez ingresó, al margen de su salario como concejal con dedicación exclusiva, al menos 11.283 euros desde que accedió al Salón de Plenos (junio de 2011) hasta el mes de febrero (incluido) de este año.
Ese dinero se percibe en cuenta corriente, no se le practican retenciones y se paga por ‘adelantos de caja fija’ desde la Tesorería municipal después de cumplimentar una hoja de ‘comisión de servicios’ en la que es necesario señalar qué concejal cobra, cuánto y porqué. Gómez conoce ese procedimiento, como lo demuestra que, el 6 de agosto de 2014, y en su condición de alcalde accidental, firmó un decreto para reponer esos fondos y que se pudieran pagar dietas (entre otras, las suyas) y gastos justificados por valor de 5.635,07 euros. Tampoco es sencillo cotejar la información con perspectiva histórica porque algunos documentos que obraban en poder el Ayuntamiento relacionados con los viajes de los concejales en el año 2012 ‘desaparecieron’ cuando el uso de los vehículos oficiales causó una fuerte tormenta política.
La pregunta que cabe, atendiendo a las críticas de la oposición, es si ese dinero se cobró conforme está estipulado en las bases de ejecución presupuestaria. Porque la Ley abre dos posibilidades para regular el pago de dietas e indemnizaciones a los miembros de una Corporación municipal. Se puede proceder a debatir y aprobar en el Pleno las cuantías, o se pueden estipular en las bases de ejecución presupuestaria. En el caso del Ayuntamiento de Burgos se optó por el segundo supuesto, y esas bases han permanecido inmutables en los últimos años. En el vigente se incluyen las dietas e indemnizaciones en la base 24, titulada Gastos de viaje y dietas.
Su artículo 5 señala lo siguiente: «Los miembros de la Corporación, cuando formen parte de delegaciones oficiales con motivo de comisiones fuera de la localidad, no percibirán dietas, pero serán resarcidos de la cuantía exacta de los gastos realizados. No obstante, y cuando así lo autorice la Alcaldía-Presidencia, se establece una indemnización sustitutoria en las cuantías y forma siguientes: cuando la comisión se produce fuera de esta Provincia, 236,82 euros/día de indemnización sustitutoria pernoctando fuera y 101,49 euros regresando en el mismo día. Cuando la comisión se produce dentro de esta Provincia, 135,32 euros/día de indemnización sustitutoria pernoctando fuera y 67,66 euros regresando en el mismo día».
Por tanto, los concejales tienen dos posibilidades para recibir una ‘indemnización’: o pasan los gastos justificados a los que han hecho frente y se les reintegra la cuantía «exacta», o pueden pedir una cantidad preestablecida que, por tres veces en el mismo artículo, se define como «sustitutoria». Con esa cantidad «sustitutoria» el Ayuntamiento paga al concejal por los gastos que éste ha abonado de su propio bolsillo. La experiencia acredita que la opción más ‘beneficiosa’ para el concejal es la de solicitar la indemnización por la cuantía establecida en las bases, pero también hay casos de ediles que han optado por pedir la cantidad exacta que gastaron.
Conforme a la documentación recopilada por este periódico, así lo hizo Cristino Díez el 24 de octubre de 2014, cuando fue a Murcia en representación del alcalde. El ya exedil pidió que se le pagara el hotel (para lo que aportó la factura de 61 euros) y 36,70 euros (también con factura) por manutención (comidas). En total, Cristino reintegró los 97,70 euros que había adelantado, pero pudo haber pedido la cuantía «sustitutoria» de 236,82 euros y sería perfectamente legal. O el desaparecido Bienvenido Nieto, que acudió a la Semana Santa de Sevilla en viaje oficial en marzo de 2013 y únicamente cobró al Ayuntamiento 269,04 euros de los kilómetros (1.416) realizados con su vehículo propio, en lugar de solicitar las tres dietas completas «sustitutorias» a las que tenía derecho y que le habrían supuesto ‘ingresar’ 710, 46 euros de forma plenamente regular.
Hay casos de concejales que no piden las ‘indemnizaciones’, como el de Carolina Blasco. Y otros, la mayoría, se han adaptado a lo señalado en las bases de ejecución optando por cobrar las cantidades previamente cerradas y asumir los costes de desplazamiento, hospedaje y manutención.
El 13, año intenso.
Sin embargo, en el caso de Fernando Gómez hubo numerosas ocasiones en las que solicitó y cobró la indemnización «sustitutoria» por gastos que ya tenía cubiertos a través de la Fundación Proyecta, el Plan Estratégico o incluso organismos ajenos al tejido municipal.
El 13 de noviembre de 2012 Gómez coincidió en Madrid con el gerente del Plan Estratégico, Mario San Juan, para tratar temas relacionados con «la rehabilitación de la vieja estación de tren». San Juan pagó la comida de ambos (con la Visa del Plan) el día 13 (Gómez había ido el día anterior) y el edil de Cultura cobró a su regreso 338,31 euros, una indemnización y media. La máxima que podía solicitar. Este periódico no ha podido contrastar quién cubrió el coste del alojamiento, pero sí lo ha hecho en otros casos.
Por ejemplo, el 22 de enero de 2013 Gómez acude de nuevo a Madrid para asistir a Madrid Fusión. Fue en coche oficial, se quedó una noche y la Fundación Proyecta pagó el hotel (habitación doble) y la cena (en el mismo alojamiento) del edil (137 euros entre ambas cosas). A su regresó pasó y cobró al Ayuntamiento una indemnización y media (338,31 euros) por los gastos del viaje. De nuevo la máxima posible.
Una semana más tarde regresó a la capital española para asistir a Fitur. También utilizó coche oficial y esta vez se quedó dos noches. Ambas las pagó Proyecta en el mismo hotel. La noche del 31 consta una sola factura a nombre del presidente del IMC (habitación doble y cena, 136 euros), mientras que la noche siguiente Proyecta abona una factura del mismo hospedaje emitida a nombre de Gómez, esta vez con tres habitaciones dobles sin cena. A su regresó solicitó y cobró 575,13 euros (dos dietas completas y una media) en indemnizaciones al Ayuntamiento por los gastos del viaje. Otra vez la máxima posible.
El 15 de mayo de 2013 acudió a Girona para participar en la Comisión de Patrimonio Histórico Cultural de la FEMP, regresando al día siguiente. A efectos de cobrar la dieta al Ayuntamiento (pasó una completa de 236,82 euros) declaró acudir en vehículo propio. Sin embargo, la Fundación pagó (por caja fija) tickets de autopista y comidas en estaciones de servicio de aquel viaje por valor de 162,15 euros, y este periódico ha podido contrastar que no viajó en su coche particular, sino en el vehículo del por entonces gerente de la Fundación. Además, el alojamiento fue una cortesía del Ayuntamiento anfitrión (concretamente en el Hotel Gran Utoria) y tanto la cena del día de llegada como la comida del día de salida fueron también invitación del Consistorio gerundense.
Unos días después (el 21 de mayo) el destino volvía a ser Madrid. Fue a varios actos, entre ellos una reunión en la Secretaría de Estado de Cultura. De nuevo se trasladó en un vehículo oficial del Ayuntamiento e hizo noche en la capital. La pernocta con desayuno incluido la pagó, otra vez, la Fundación Proyecta (93 euros) a través de un bono emitido a su nombre. Gómez cobró a su regreso (el día siguiente) indemnizaciones por valor de 338,31 euros. Una dieta y media. El máximo.
El 10 de julio de 2013 viajó a Palma de Mallorca para un acto promocional de Burgos (apertura de una exposición y punto de información) en la isla. Se trasladó a Madrid en vehículo oficial, cogió un vuelo que pagó la Fundación Proyecta (147,33 euros) y se alojó una noche en el hotel Meliá Palace Atenea (130 euros). Ambos gastos los pagó la Fundación Proyecta. A su regreso, Gómez cobró las indemnizaciones correspondientes a los gastos de un día y medio: 338,31 euros. El máximo.
En noviembre de 2013 se concatenaron dos viajes entre los días 19 y 22. Gómez fue primero a Madrid a una presentación de la Fundación del Comercio, volando el día siguiente a París a una reunión de la Unesco. Está acreditado que la noche de hotel en Madrid la pagó la Fundación Proyecta, mientras que los vuelos a París y el hotel en la capital francesa, así como los gastos, los asumió el Plan Estratégico, tal y como refleja la contabilidad del organismo. A la vuelta cobró dos dietas completas; 473,64 euros.
En abril de 2014 fue a Granada a una asamblea del Convention Bureau. Está confirmado a través de la Fundación Proyecta que acudió a gastos pagados de hotel y manutención, pero a su regreso cobró al Ayuntamiento la indemnización completa de 236,82 euros.
A la unesco.
Los desplazamientos de Gómez continuaron siendo una constante (a esas alturas ya había solicitado dietas por más de 25 viajes dentro y fuera de España) y arreciaron las críticas políticas hacia este hábito, siendo particularmente duras cuando, en junio de 2014, el concejal acudió a Doha (Qatar) junto con el gerente del Plan Estratégico, Mario San Juan, con motivo de la celebración de una asamblea de la Unesco en la que se votaba la ampliación de la protección de la Catedral de Burgos, la manida ‘zona de amortiguamiento’. Gómez no tenía posibilidad alguna de intervenir en la votación (que duró dos minutos y terminó en aprobación sin debate ni preguntas), pero el edil defendió la necesidad de acudir por si surgían problemas.
Los gastos de aquel viaje se cubrieron desde el Plan Estratégico (que abonó el vuelo de ambos pasajeros el 30 de mayo a través de Rumbo y por un importe de 1.761,96 euros y pagó tanto el hotel como los gastos), pero lo cierto es que a su regreso cobró al Ayuntamiento cuatro medias dietas (405,96 euros) en concepto de indemnización por gastos.
No era el primer desplazamiento internacional bajo el mismo argumento. Del 2 al 5 de julio del año 2012 Gómez y San Juan fueron al mismo encuentro, esta vez celebrado en San Petersburgo, bajo el argumento de ‘hacer lobby’ para la citada ampliación. Ese viaje se pagó desde el Plan y costó, según consta en la ordenada y diáfana contabilidad del organismo, 3.157,10 euros (1.243,68 euros por los dos vuelos, 274 euros por la tramitación de ambos visados, 1.391,43 de las tres noches de hotel -el mismo alojamiento que usó la Unesco- y 247,99 de gastos varios y comidas).
Sin embargo, y a diferencia de lo sucedido con el viaje a Qatar, en aquella ocasión Gómez no cobró indemnización al Ayuntamiento, o al menos este periódico no ha podido confirmarlo. Su último viaje internacional en 2014 fue a Roma para la presentación de las Huellas de Teresa.
Volvió a salir de España el 25 de febrero de 2015, esta vez a Frankfurt. Voló desde Madrid, donde llegó en coche oficial, y al regresar cobró al Ayuntamiento indemnizaciones completas de dos días; 473,64. Sin embargo, tanto el hotel (con desayuno incluido) como los vuelos se pagaron desde la Fundación Proyecta a través de Halcón Viajes. Una semana antes (el 19 de febrero de este año) asistió al Congreso de las Empresas Organizadoras de Congresos (OPC). La inscripción, que costaba 425 euros, incluyó las comidas y cenas. El hotel y el desayuno los pagó la Fundación Proyecta.
Este viaje coincidió con varias críticas y acusaciones directas a Gómez de estar haciendo un uso excesivo de sus desplazamientos. Quizás por eso en esta ocasión pasó una dieta reducida a media indemnización (101,49 euros).
En total, Gómez ha declarado participar en más de 40 viajes oficiales desde que tomó posesión de su acta de concejal en el año 2011. No todos implicaron pernocta fuera de Burgos, pero los casos en los que regresó el mismo día de su salida también solicitó la dieta correspondiente (101,49 euros). En todos ellos declaró hacer uso del vehículo oficial.
Ese supuesto no está regulado en las bases de ejecución, ya que no señalan si el derecho a percibir esa dieta alcanza también a los concejales que, como Fernando Gómez, cobran su dedicación exclusiva (casi 45.000 euros anuales) y no tiene solicitada compatibilidad alguna. En los últimos años, concejales en su misma situación como Ángel Ibáñez o Carolina Blasco jamás han pedido ser indemnizados por estos viajes de ida y vuelta. Otros, como Esteban Rebollo o María José Abajo, sí lo hicieron.