El Real Madrid se clasificó ayer para los octavos de final de la Liga de Campeones al empatar (1-1) en el terreno de juego del Manchester City tras sufrir una agonía en la segunda parte y con grandes protestas a la labor arbitral.

Con este resultado, el conjunto blanco se queda con ocho puntos a una jornada del final, mientras el Borussia Dortmund es líder definitivo del grupo D con 11 tras ganar 4-1 en campo del Ajax. El City quedó eliminado.

La puesta en escena del bloque de Mourinho fue irreprochable. Quiso el balón, mandó y durante 25 minutos fue el único dueño del campo, sin que el City encontrara forma de armonizar su esquema. Le faltó un mínimo acierto para dejar sentenciado el choque y luego sufrió una enormidad.

- Foto: REUTERS Solo hizo un gol en ese buen tramo, anotado por Karim Benzema a los nueve minutos al empujar un gran pase cruzado de Ángel Di María. Pero mereció uno o dos más, vista la distancia que separó a uno y otro conjunto.

Con Luka Modric en lugar de Mesut Özil, el Real Madrid se divirtió sobre el césped, con Cristiano Ronaldo y Benzema llenando de pesadillas el Etihad Stadium. El portugués tuvo una ocasión inmejorable a los 14 minutos, pero Nastasic sacó el balón sobre línea.

Sami Khedira entró tres veces en el área con autoridad y solo su impericia con el balón salvó al Manchester City.

El equipo inglés fue una ruina durante los primeros 25 minutos. El balón nunca pasó por David Silva, con lo que su delantera pasó inadvertida, y los laterales defendieron muy mal. Pero el argentino Sergio Agüero decidió entrar en escena y el partido se equilibró.

Además, el Real Madrid dio un paso atrás y jugó con excesivo vértigo sus posesiones, cuando el partido y el marcador le exigía pausa.

La escuadra visitante se fue al descanso con la sensación de que había dejado pasar una excelente oportunidad de dejar sentenciado el choque. Aunque más tenía que cambiar Roberto Mancini que el visitante José Mourinho.

Pero ocurrió que el italiano movió las piezas justas. Equilibró la medular y elevó la línea de presión, impidiendo que el rival tuviera una salida limpia de balón. Poco a poco, el equipo blanco se fue diluyendo y acabó siendo arrollado por el conjunto británico.

Las tablas. Una espectacular parada de Casillas a disparo cercano de Agüero fue el preludio del empate. Llegó en una jugada muy polémica, cuando Agüero cayó en el área tras un forcejeo con Arbeloa. Fue penalti, expulsión del defensor y gol del argentino al 73’.

Mourinho hizo dos cosas: quitar a Benzema para poner a Varane y comenzar a protestar cada decisión del árbitro, el italiano Gianluca Rocchi, que desquició al conjunto blanco y su entrenador.

El final del encuentro se vivió con ataque de nervios y cansancio de los dos equipos, mientras el árbitro ofreció un recital de errores. El Real Madrid sobrevivió y se clasificó, pero no dejó una buena sensación ante un Manchester City que se despide de la Liga de Campeones en la fase de grupos por segundo año consecutivo.