Tras varios desencuentros entre los promotores del proyecto Paleolítico Vivo y el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León respecto a la entrada de bisontes en los montes de Salgüero de Juarros, la reunión mantenida ayer con el jefe del servicio, Javier María García, ha servicio para desbloquear el tema, poner sobre la mesa las condiciones que se fijan desde la Administración regional y, lo más importante, desbloquear el permiso para que los bisontes puedan introducirse en la reserva prevista en la comarca de Juarros, de la que también formarán parte caballos przewalski y tarpanes y uros. De hecho, ejemplares de estas especies ya llevan meses en las fincas valladas en Urrez y Salgüero.
Los problemas para el visto bueno de la reserva no se planteó con estas últimas especies, sino por la introducción de los bisontes. Ahora, desde la Asociación Paleolítico Vivo se muestran satisfechos con la posición de la Junta y achacan a falta de diálogo y «malos entendidos» los conflictos surgidos desde que hace casi tres años se inició la tramitación de este proyecto que pretende ser un dinamizador de la comarca de Juarros. Fernando Morán, presidente de la Asociación del Bisonte Europeo en España y miembro de Paleolítico Vivo, como Eduardo Cerdá, asumen las condiciones que desde Medio Ambiente se imponen. Así, se introducirán durante un año 5 bisontes en 18 hectáreas con un cierre estanco de 4 ó 5 hilos de alambre y postes y con un cierre eléctrico dentro, en los pastizales entre los montes de Valcabadillo y Cuestalechal, en Salgüero. Durante ese periodo, se llevará a cabo un exhaustivo estudio de esta especie, su comportamiento, adaptabilidad al entorno, influencia en flora y fauna, control de posibles enfermedades... Si transcurrido ese tiempo, las conclusiones son positivas, se podrá aumentar el número de ejemplares.
Los bisontes estarán cerrados y controlados y no podrán convivir con el resto de especies, los uros, los przewalski y los tarpanes, que también están en fincas valladas en Salgüero. De hecho, esta semana se han trasladado hasta aquí los animales que estaban en Urrez para tenerlos a todos en un mismo entorno y poder controlarlosadecuadamente. En cuanto al número de animales, la reserva tendría ahora 36 uros, 8 caballos przewalski y 13 tarpanes.
Éstos dos últimos están en vallados independientes porque los przewalski están en peligro de extinción y no pueden hibridar con otra especie. Uros y tarpanes conviven sin problemas en el mismo recinto vallado con pastor eléctrico. Según explica Fernando Morán, en estos momentos hay 5 uros hembras preñadas y otras dos przewalski, por lo que en los próximo meses aumentarán los ejemplares en estos montes, fundamental en este último caso porque solo hay unos 1.500 ejemplares en el mundo.
Con la autorización expresa desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente -queda pendiente el último visto bueno de la propia Consejería- Paleolítico Vivo se dispone a gestionar el traslado desde Holanda de los 5 bisontes, de origen polaco. La idea es que puedan estar a finales del mes de mayo. Cerdá añade que también se comenzará a trabajar en el diseño de los recorridos turísticos por los montes que acogen la reserva y las actividades complementarias.