Si en su primera edición, el pasado año, la Noche en Blanco de Medina de Pomar fue un éxito, los detalles avanzados ayer por el alcalde, José Antonio López Marañón, y la edil de Cultura, Verónica Martínez, hacen presagiar las mismas o mayores cotas de aceptación. El próximo 2 de agosto, Medina de Pomar encenderá la luz a las ocho de la tarde para apagarla a las dos de la madrugada después de haber ofrecido la oportunidad de disfrutar nada menos que setenta propuestas, diez más que el pasado año. La estrella de la noche repetirá escenario, el Alcázar de los Condestables y su entorno, donde los actores de la compañía madrileña Teatro Destellos interpretarán el espectáculo Oceanides enamorado.
Maping arquitectónico, rappel invertido, danza, teatro, iluminación y sorprendentes personajes interpretarán durante 45 minutos, a partir de las once y media de la noche, un trabajo que sigue la línea argumental del romance entre Poseidón y una de las cincuenta hijas del Dios Nereo, de la mitología griega. Pasión, desen- cuentros y final feliz serán el gancho de este trabajo que precisará de la colaboración de unos diez figurantes, al menos dos de ellos hombres, por lo que la edil de Cultura animó ayer a los medineses a pasar por el Ayuntamiento si están interesados en participar. El maquillaje corporal y el vestuario de esa noche correrán a cargo de la compañía con la que deberán ensayar durante la mañana del día 2 de agosto.
La Noche en Blanco involucrará este año a «prácticamente toda la ciudad, su comercio, hostelería y a todos los museos que abrirán sus puertas», como explicó López Marañón y con ella, el equipo de gobierno «ha tratado de innovar con respecto al pasado año». Toda la Corporación y los empleados municipales estarán en marcha durante esa noche mágica, en la que este año también colaborarán los alumnos de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Burgos, profesionales y colectivos ligados a productos como Lechuga de Medina, 18 asociaciones y otras 18 empresas y establecimientos hosteleros.
Destino turístico
Medina de Pomar «se quiere posicionar como un destino turístico». La concejal de Cultura repite esta frase cada vez que tiene ocasión y trabaja con ese objetivo. Este año, el VII Centenario del Monasterio de Santa Clara que a partir de julio, si todo sale según el calendario previsto, abrirá las puertas de una renovada exposición de arte sacro en el cenobio, será un motivo para poner a Medina en el mapa turístico. Y otro de los componentes de la Noche en Blanco, donde el arte sacro se podrá contemplar también de madrugada. Visitas teatralizadas, como la que recorrerá diferentes rincones singulares de la ciudad contando la historia del primer Señor de Medina, Pedro I Fernández de Velasco, y su esposa, María Sarmiento, recordarán el rico pasado que precede a la ciudad que hoy es Medina.
Y todo ello nuevamente será posible con un presupuesto austero que rondará los 6.000 euros, como el pasado año, junto a muchas dosis de imaginación, trabajo y voluntariado, además de participación ciudadana.