No es un tópico que sea la historia de un año en imágenes. Si se está atento, las fotografías seleccionadas en la muestra ‘Crónica gráfica 2011 de Diario de Burgos’ son exactamente eso, el relato visual de un año lleno de sombras (o de una sola que lo ha teñido todo de negro: la puñetera crisis) y de muy pocas, aunque esperanzadoras, luces. Es también, claro, el reflejo de una sociedad. Es lo que somos. Cuanto somos. Lo que tenemos y hemos sabido construir. Lo que representamos. Es la historia de algunas victorias y de varios fracasos, de la alegría y de la tristeza, de la tragedia, del dolor, de la indiferencia, del entusiasmo, de la vitalidad también, de la realidad, esa diosa pagana que se cobra siempre sus víctimas y que jamás suele auxiliar a los héroes anónimos, a la gente común.
Y es también una exhibición: la de los compañeros que dedican cada día a ilustrar las páginas de Diario de Burgos. «Un orgullo y un lujo para este periódico», como coincidieron en señalar tanto su editor, Antonio Méndez Pozo, como su director, Raúl Briongos, durante el breve acto de inauguración de la muestra en que estuvieron arropados por Pedro García Romera, presidente del consejo de administración del periódico, Gregorio Méndez, consejero delegado de Promecal, grupo al que pertenece DB, y que contó con la presencia de las principales autoridades: el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle; el presidente de la Diputación, César Rico; y el delegado de la Junta, Baudilio Fernández Mardomingo.
Tampoco quisieron perderse la cita la flamante tercera diputada del Partido Popular, Gema Conde, el senador del mismo partido Jaime Mateu, el secretario provincial de CCOO, Fidel Ángel Velasco, varios concejales del equipo de gobierno municipal, como Salvador de Foronda o Bienvenido Nieto, y representantes de la comunidad universitaria, como René Jesús Payo y Miguel Moreno. Rosa Pérez, de la Obra Social de Caja de Burgos, entidad anfitriona de la muestra, también asistió a su puesta de largo.
El alcalde de Burgos, el editor de DB, el director del periódico, el presidente de la Junta y el de la Diputación observan atentos y divertidos la foto de la Vuelta a Burgos. - Foto: DB/Jesús J. Matías Aunque desde ayer, y hasta el 8 de febrero, los protagonistas son los que han estado un año entero tras la cámara: Luis López Araico, Ángel Ayala, Tomás Alonso, Patricia González, Jesús Javier Matías, Miguel Ángel Valdivielso, Alberto Rodrigo, Enrique Truchuelo, Paco Azúa, Julio Calvo y Serafín García Núñez, autores de las 112 fotografías expuestas y de los más de 2.000 retratos que, unos junto a otros y en formato reducido, pueden verse en un gran mural
En este bulevar de historias que es esta muestra anual, hay fotos simbólicas; hay imágenes elocuentes; hay estampas terribles; hay retratos que hablan, que espetan al espectador verdades como puñetazos silenciosos: ahí están los rostros desolados de los trabajadores de Urende que ya se saben en la calle; el ominoso hormigón de Castrovido, enlutecido de repente; el zapato solitario en la maldita carretera como una metáfora cruel de la muerte. Pero hay también fotos de euforia deportiva y política, lágrimas sentidas y de cocodrilo, la secuencia de un gol histórico, imágenes artísticas o sobre artistas, fotos oportunas, simpáticas, divertidas.
Fotos de dos revoluciones, indignada una, cultural la otra, que quedaron en sendas decepciones. Y hay instantáneas que recuerdan que este periódico que tiene entre las manos ha cumplido 120 años y lo celebró por lo grande. Pero hay una foto en la que ha querido detenerse quien esto escribe, vaya usted a saber por qué. Es la imagen de Adelardo bajo el puente que cobijaba su existencia despidiéndose con la mano de los compañeros que lo entrevistaron. A este indigente burgalés la muerte le sorprendió recientemente a la intemperie. No pudo despedirse de nadie. Y, sin embargo, gracias a esa foto lo está haciendo ahora. Está despidiéndose de nosotros, que nunca le vimos, que nunca le miramos. Y también despide esta crónica. Adiós, Adelardo, adiós.
*Crónica Gráfica 2011 Diario de Burgos. Casa del Cordón. Hasta el 8 de febrero. Horario: laborables, de 12,00 a 14,00 horas y de 19,00 a 21,00 horas. Domingos y festivos, de 12,00 a 14,00 horas.