En apenas 10 minutos, sobre la fachada de Santa María de la Catedral, brilló el sol, nacieron las flores, se tornaron amarillas las hojas y los copos de nieve se deslizaron sigilosos sobre cimborrios y rosetones. Las cuatro estaciones pasaron por delante de los ojos enormemente abiertos de pequeños y grandes en un espectacular juegos de imágenes, colores y música. Fue la propuesta del espectáculo que este año trajo para proyectar sobre la Seo burgalesa Ad Lib Créations y no decepcionó. La Catedral se fue transformando con el paso de las estaciones, pero envuelta en un contexto entre mágico y onírico más propio del medievo que del siglo XXI, pero con simbologías reconocibles, como la figura de Baco apareciendo durante la recolección de las uvas o las vendimiadoras bailando sobre las cornisas; el vuelo de los pájaros, la evocación de la Navidad con la llegada de los Reyes Magos en pleno invierno o la explosión final de la primavera tiñendo la fachada de verde y con el vuelo amable de las mariposas.
Y si la Catedral lució encantada, también sorprendió a los burgaleses las intervenciones de Bruno Pérez en varios de los rincones más hermosos de la capital. A la luz de 5.000 velas, unas colocadas en bolsas de papel y otras en botellas y envases de plástico de distintos colores, algunos edificios de gran valor artístico como la iglesia de San Gil, el museo diocesano de San Esteban, el Arco de Santa María o la Plaza de la Libertad, brillaron más si cabe, despertando la curiosidad de los que se acercaron a contemplar este luminoso espectáculo, que parecía correr cierto riesgo por el fuerte viento que sopló durante toda la tarde, pero que, finalmente, no incidió en estas curiosas intervenciones.
Las riberas del Arlanzón, en el Paseo de la Audiencia, a la altura del puente de Santa María, también tuvieron su instalación, de la mano del artista Bruno Pérez, pero en esta ocasión sustituyó las velas por CDs. La proyección de focos de colores en movimiento sobre ellos simulaba el ir y venir de las olas, como si las aguas del río abandonaran su curso para buscar otros caminos en los que perderse.