El Boletín Oficial de Castilla y León publica hoy la orden por la que se aprueba el reglamento de la Indicación Geográfica Protegida ‘Lechazo de Castilla y León’, se crea el Consejo Regulador y se designa su órgano de control. La modificación más importante consiste en incluir como producto amparado, además de las canales de lechazo de las razas castellana, churra y ojalada que ya estaban protegidas, las canales de lechazo puro de raza assaf española y sus cruces con las anteriores, siempre que procedan de ganaderías en régimen de producción extensivo, semiextensivo y semiintensivo.
La entrada en vigor del nuevo reglamento permitirá incrementar el potencial de sacrificio y por tanto de comercialización de la IGP ‘Lechazo de Castilla y León’. Además de hacerlo bajo un marchamo único, con una promoción conjunta, optimizar recursos y tener más posibilidades de acceso a ayudas, esta modificación permitirá multiplicar por 2,4 el potencial productivo de carne de calidad de lechazo de Castilla y León. Este crecimiento supondrá pasar de los 736.000 lechazos sacrificados en 2011 bajo el amparo de ambas figuras de calidad -IGP y Marca de Calidad-, a un total de 1,75 millones de lechazos amparables, según el nuevo reglamento.
El incremento de lechazos amparados bajo figura de calidad permitirá que los ganaderos puedan percibir un mayor precio y con ello incrementar la rentabilidad de sus explotaciones. Asimismo, la modificación permitirá también el acceso de las nuevas ganaderías inscritas a las ayudas de pagos directos contempladas en la PAC para la mejora de la calidad de las producciones de ovino y caprino, explicaron fuentes de la Junta .
Ampliación. Otra de las ventajas del cambio de la IGP es la ampliación de la zona geográfica de producción hasta abarcar toda la Comunidad de Castilla y León, dando entrada a zonas cerealistas de la provincia de Soria que anteriormente no se contemplaban. Esta novedad redundará en el aumento del número de animales y explotaciones.
La modificación de la IGP permitirá además que el consumidor final obtenga mayores garantías ya que se introducirá una identificación detallada de la procedencia del lechazo, lo que supone un valor añadido para este producto en un contexto de mercado cada vez más globalizado.
Durante varios años, en la Comunidad han convivido dos figuras de calidad en el sector de la carne de lechazo; por un lado, la IGP ‘Lechazo de Castilla y León’, y por otro, la Marca Colectiva ‘Lechazo de la Meseta Castellano Leonesa’. La IGP amparaba exclusivamente lechazos de raza de ovino castellana, churra y ojalada obtenidos en zonas de menos de 1.000 metros de altitud de Castilla y León, lo que coincide con la zona regional de producción cerealista. Por su parte, la Marca Colectiva protegía los lechazos de prácticamente todas las razas presentes en la Comunidad y su ámbito geográfico abarcaba toda la Autonomía.
La evolución de la cabaña ganadera de ovino regional ha pasado, en un par de décadas, de estar formada en su mayoría por animales de razas rústicas de poca especialización productiva y escaso número de animales por rebaño al predominio de razas especializadas en producción de leche como la assaf. Para aprovechar este potencial se impulsó -desde el propio Consejo Regulador de la IGP Lechazo de Castilla y León- la modificación de su reglamento con la convicción, una vez realizados los estudios técnicos, de la calidad del producto final y de las posibilidades de comercialización que se abrían en el futuro.
Las dos figuras de calidad, tanto la IGP como la Marca Colectiva, han etiquetado hasta la fecha toda su producción bajo la denominación ‘Tierra de Sabor’, la enseña para distinguir los productos agroalimentarios de calidad de Castilla y León. Actualmente existen 52 empresas autorizadas para comercializar lechazo de la Comunidad bajo ‘Tierra de Sabor’, lo que supone el 17 por ciento de las empresas del sector cárnico autorizadas para usar la marca.
La Consejería, como muestra del compromiso con el productor, ha realizado en los dos últimos años campañas de promoción del lechazo de Castilla y León con la enseña para los productos de calidad de la Comunidad. Las acciones promocionales desarrolladas han tenido unos objetivos principales: incrementar la venta del lechazo certificado bajo figuras de calidad, vincular el producto lechazo con el territorio de Castilla y León, impulsar la compra de lechazo correctamente identificado con vitola, destacar su aspecto saludable y evitar la estacionalidad de su consumo.
Este producto tiene una fuerte estacionalidad, pues se consume principalmente en diciembre debido a las celebraciones navideñas. Con diversas acciones de promoción se ha buscado modificar esa tendencia y se han obtenido unos resultados excelentes.