El Hospital Universitario de Burgos (HUBU) ha eliminado el Equipo de Soporte de Atención Domiciliaria (ESAD) ‘heredado’ en enero de 2011 de la Asociación Española contra el Cáncer cuando fue asumido a la Consejería de Sanidad para seguir prestando cuidados paliativos a enfermos terminales, fundamentalmente oncológicos, en toda la provincia. Aunque el ESAD estaba gestionado por Atención Primaria era el HUBU el que se encargaba de los contratos de su médica y su enfermera que ahora han pasado, la primera a hacer guardias en la provincia, y la segunda, a obtener un contrato eventual de seis meses en el hospital.
Estas profesionales se ocupaban -como las que conforman los otros dos equipos existentes en Burgos- de visitar a los pacientes y a las familias que así lo solicitaban y ofrecerles soluciones a todos los problemas que se presentan en el final de la vida, tanto físicos como emocionales, siempre con un elevado grado de satisfacción por parte de los usuarios. Al año realizaban visitas a unos doscientos enfermos de todos los puntos geográficos. La Consejería de Sanidad, dirigida entonces por Francisco Javier Álvarez Guisasola, asumió esta labor en todas las provincias de Castilla y León y es Burgos la única que ha dejado de renovarla dos años después.
La directora médica, Carmen Rodríguez Pajares, explicó que la causa de esta no renovación de contratos tiene que ver con que el ESAD tiene una dependencia de Atención Primaria, «algo que ya comentamos con Valladolid», y con que el HUBU cuenta con el servicio de Hospitalización a Domicilio, que dispone de ocho médicos y ocho enfermeras más una supervisora, pero no pudo precisar qué ocurrirá con los enfermos que se visitan en la provincia «porque depende de Primaria». Desde Primaria, por cierto, se limitaron a confirmar que los contratos de las profesionales los hacía el hospital y que no podían explicar nada de lo ocurrido.