A pesar de ser uno de los consejos más recurrentes para salir de la crisis, la I+D en Castilla y León no logra remontar de la doble recesión, sino que el año pasado firmó su peor registro desde 2008, con una caída del 29 por ciento en la dotación de fondos. Ha pasado de 739,9 millones computables hace siete años a los 526,8 con los que finalizó el pasado ejercicio. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Comunidad continuó la senda bajista con un descenso del 0,8 por ciento respecto a 2013, manteniéndose por segundo año consecutivo con un dato de gasto en I+D inferior al 1 por ciento del PIB de la región.
La contracción sufrida se ha llevado por delante uno de cada tres euros invertidos en investigación y desarrollo en Castilla y León, llevando a la Comunidad a datos del año 2006. Atendiendo al origen de los fondos, el sector privado lidera la bajada del gasto con un recorte del 39 por ciento en su gasto en I+D, pasando de 458 a 283 millones. Por detrás del ámbito empresarial, las instituciones públicas también han metido la tijera en este apartado, llevándose el 34 por ciento en siete años, hasta llegar a los 49 millones de euros empleados en 2014. Muy por detrás queda la enseñanza superior, que se dejó un siete por ciento, pero incrementó su peso en el total de la Comunidad escalando hasta representar el 36,8 por ciento de la inversión en I+D en la región empleando 194,2 millones de euros.
La progresiva caída ha rebajado también el peso de la Comunidad a nivel nacional en el ámbito de la investigación y el desarrollo, pasando de representar el 5 por ciento del total de gasto en España durante 2008 al 4,1 actual. Sin embargo, la Comunidad mantiene la sexta plaza a nivel autonómico, solo superada por Madrid, Cataluña, Andalucía, País Vasco y Comunidad Valenciana.
Debajo del 1 por ciento. De los datos publicados por el INE, se desprende como Castilla y León continua sin remontar la barrera psicológica del 1 por ciento del PIB perdida en 2013 después de seis ejercicios consecutivos superándola. Concretamente, en 2014 el gasto en I+D supuso el 0,98 por ciento del producto interior bruto de la región, muy lejos del techo marcado en 2008 cuando éste apéndice suponía 1,26 puntos porcentuales.
Un descenso continuado, con la excepción de 2012, que ha llevado a Castilla y León a encabezar en 2009 y 2013 la lista de mayores recortes en investigación y desarrollo del conjunto nacional, con rebajas en el gasto cercanas al 14 por ciento en cada ejercicio. De hecho, la región fue de las primeras autonomías en plegar velas al inicio de la crisis, y, mientras el resto mantenía o incrementaba su aportación para I+D, Castilla y León mermó su inversión en 110 millones en solo un año.
La caída del gasto también llegó acompañada de una reestructuración de las plantillas que se ha disminuido hasta los 8.854 trabajadores, de los cuales el 64 por ciento eran investigadores. Unas cifras que suponen que el número de castellano y leoneses empleados en la investigación y desarrollo ha descendido un 14 por ciento en siete años. En los diferentes ámbitos de estudio, solo el sector público ha marcado cifras positivas en comparación con 2008, anotándose una subida del 2 por ciento, y 941 personas empleadas. Sin embargo, dentro de la Administración ha descendido el número de investigadores que utiliza para sus estudios.
En el lado contrario, empresas y enseñanza superior, los sectores que concentran concentran la practica totalidad -89 por ciento- de los asalariados en I+D en Castilla y León, perdieron un 18 y 13 por ciento de sus plantillas respectivamente, y vieron reducidas sus escuadras hasta los 2.583 y 4.319 trabajadores cada uno.