Un puente que une formación y solidaridad

I.L.H. / Burgos
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3 alumnos de la UBU realizan su proyecto de fin de carrera en Togo. De la mano del Rotary Club, diseñan 3 pasarelas para acortar distancias y ayudar al desarrollo económico de la región africana de Kara. Se construirán en primavera

José Carlos Giménez (i) e Iñaki Beltrán (en la imagen)viajaron junto a Manuel Serna. - Foto: A.R.

Concluir los estudios de Ingeniería de Caminos en la Universidad de Burgos requiere realizar un proyecto de fin de carrera sobre infraestructuras. En la mayoría de los cosas el esfuerzo queda reducido a una propuesta en papel que nunca se materializará como construcción real. Pero hay excepciones que permiten tender puentes entre teoría y práctica, entre la formación académica y la realidad, entre la experiencia personal y la solidaridad.
Uno de esos ejemplos lo protagonizan José Carlos Giménez Fernández, de 26 años y natural de Córdoba; Iñaki Beltrán Hernando (26, Bilbao) y Manuel Serna (de 24 y alicantino). Los tres, en el último curso de la UBU, se pusieron en contacto con la ONG Rotary Club para que su proyecto de fin de carrera no se quedase en un trabajo y una mera intención. Los rotarios de Burgos llevan tres años realizando un plan de desarrollo integral en la región africana de Kara, en Togo, que incluye la construcción de una escuela, la apertura de pozos de agua, la reforestación y la creación de tres puentes que acorten distancias y ayuden al desarrollo económico de la zona. Es el diseño de estas tres pasarelas lo que ha unido a los estudiantes de la UBU con los rotarios por medio de un convenio de colaboración.
José, Iñaki y Manuel estuvieron en Togo desde el 14 de julio al 3 de octubre con la idea de realizar el trabajo de campo que requiere elaborar un proyecto para construir tres puentes en Kara, región con problemas de agua en la época seca y lluvias torrenciales en la húmeda, donde el 41% de la población no tiene acceso a agua potable y el 88% no tiene saneamiento adecuado, a la cola en el índice de desarrollo humano y donde los niños tienen que recorrer grandes distancias para ir a la escuela.
«Nos llevamos un equipo topográfico de la UBU y, tras unas semanas de formación y ‘aclimatación’ en Benín, iniciamos las tareas para conocer los pueblos y sus problemas, entender el clima tropical (hasta dónde alcanza el agua en la época húmeda y el total de sus precipitaciones), topografiar los cauces, interesarnos por los materiales (hormigón, acero, grava, arena...), el precio de la mano de obra y la legislación», relatan .
Después de vivir «la experiencia más importante» de sus biografías, los alumnos de la UBU regresaron a Burgos con muestras de rocas que analizaron en los laboratorios de la universidad:«En base a eso desarrollaremos nuestros cálculos, que es en lo que consiste el proyecto fin de carrera, y elaboramos los puentes», añaden. Las pasarelas tienen 50 metros de largo, 5 de altura y dos y medio de vial, y están presupuestadas en 40.000 euros cada una.
«La idea es que tras el proyecto ellos hagan la dirección y ejecución de la obra. Que se trasladen de nuevo a Togo para dirigirlo y que en abril puedan estar levantados», apuntan los rotarios.
«En esos pueblos se ha detenido el tiempo. Hay carencias en salud y sanidad y los puentes son fundamentales para que la educación llegue», apuntan los jóvenes, sabedores de que lo que ahora toca es encontrar financiación.