La familia del burebano José Manuel Arnaiz Vesga vivió ayer un día de «infarto» intentando dar con su paradero tras permanecer más de 48 horas desaparecido de su domicilio en la localidad de Solduengo. A última hora de ayer, las pesquisas se centraban en el aeropuerto de Barajas, donde se sospechaba que podría haber cogido un vuelo, pero finalmente hoy ha sido localizado en Madrid y ya se encuentra con su familia. Esta en buen estado de salud.
A las 17 horas de este viernes, la Guardia Civil informó a la familia que había localizado el rastro del burebano en un hotel de cuatro estrellas de Madrid. De inmediato, sus allegados se trasladaron a la capital de España y al entrar en la habitación encontraron en la papelera su móvil viejo, una tablet vieja y unos zapatos. La habitación estaba pagada pero todo apuntaba a que él no regresaría. En el hotel presentó como documentación el pasaporte que se había sacado hace tan solo unas semanas, según se desprendió de la investigación.
No fue al trabajo. El hombre, soltero y de 48 años, no acudió el miércoles a su puesto de trabajo como oficinista en una fábrica repostera de Briviesca y al terminar la jornada, un compañero se acercó a Solduengo, donde reside José Manuel con su padre y su hermano, para ver qué pasaba. Esa fue la primera noticia que tuvo la familia de la desaparición. Haciendo memoria, recuerdan que a las 7.30 horas de ese miércoles José Manuel ya no estaba en casa cuando lo normal era que cogiera su coche BMW negro para ir al trabajo un cuarto de hora antes de las 9 de la mañana, que es cuando empezaba su jornada laboral. Tras empezar a inquietarse por su ausencia, la familia llamó al móvil de José Manuel, pero estaba apagado. Al parecer, no solía usar mucho el teléfono excepto cuando salía de viaje. En todo caso, el dispositivo no ha sido encontrado en su domicilio. Tampoco su documentación personal.
Una hermana puso el jueves por la noche la denuncia de la desaparición en Burgos y la investigación echó a andar. En un principio, no se detectaron movimientos en sus cuentas bancarias ni operaciones en su ordenador en los días anteriores que dieran pistas relevantes. Hacía unas semanas, había puesto un anuncio para vender un coche de su propiedad y lo vendió y en los últimos días había consultado las previsiones meteorológicas. Según explica la familia, no tenía perfil en las redes sociales aunque «sí le gusta meterse en internet». Recientemente, mostró su intención de comprarse en un centro comercial de Burgos un móvil nuevo y una tablet pero finalmente no lo hizo.
Sus allegados dieron la voz de alarma a los medios de comunicación a primera hora de ayer viernes en busca de colaboración ante tanta incertidumbre sobre el paradero de José Manuel y muy pronto las redes sociales difundieron la desaparición. Hace 14 años, el burebano sufrió un episodio de desorientación y fue encontrado en buen estado.
Movilización para su búsqueda. A las labores de búsqueda emprendidas ayer se sumó a primera hora de la tarde un equipo de la Unidad Canina de Rescate y Salvamento Ucas de Arrate, una asociación de voluntarios que localiza personas desaparecidas y que tiene sede en Miranda de Ebro. Uno de sus mejores perros fue trasladado hasta la casa de José Manuel en Solduengo. Allí, olió una prenda del desaparecido y el rastro le sacó del pueblo y le condujo hasta la N-232, la carretera nacional que une Santander y Logroño. El perro se detuvo en la salida hacia Pancorbo.
Los vecinos de Solduengo también se movilizaron. Salieron hacia distintas localidades del entorno con intención de localizar el BMW de José Manuel y de colocar carteles con su foto. Finalmente, la pista de Madrid suspendió la búsqueda. Y hoy, felizmente, el desaparecido ya ha sido localizado y se ha reencontrado con sus familiares.