El 7 de junio de 1988 Dom Clemente Serna fue elegido abad del monasterio de Santo Domingo de Silos y el 1 de marzo, casi 24 años después, se conocerá el nombre de su sucesor al frente de la abadía benedictina. El pasado mes de noviembre Dom Clemente anunció su intención de dejar el cargo, una decisión meditada y que trae consigo la necesidad de elegir un nuevo abad, situación que se ha ido sido retrasando porque para ello era necesaria la presencia del presidente de la congregación, el abad del Monasterio de San Pedro de Solesmes, en Francia, y que hasta el momento no había podido viajar a España.
Según señalan fuentes del monasterio está previsto que el próximo 28 de este mes llegue a Santo Domingo de Silos Dom Philippe Dupont para supervisar la elección del sucesor de Serna, proceso que será el 1 de marzo. Ese día, los 20 monjes que viven en la abadía silense, elegirán a su representante mediante un voto secreto.
Según las mismas fuentes, hasta la fecha, ninguno de los miembros de la comunidad se ha postulado como candidato al cargo de máximo responsable de la comunidad silense. «Si en una primera votación aparece el nombre de uno de los monjes en mayoría, será el nuevo abad de Silos, en el caso de que no sea así, se procederá a una nueva ronda», afirman desde la abadía benedictina, que sin embargo desconocen si esta votación se llevará a cabo por la mañana o por la tarde.
24 años de abad
A lo largo de sus años en el cargo son innumerables las iniciativas y proyectos que ha encabezado Dom Clemente Serna, sin embargo hay dos de ellas, como él mismo señaló, que le enorgullecen de mayor manera. Una de ellas es el túnel que se construyó para evitar el tránsito de vehículos pesados por las proximidades del monasterio. En su momento, el abad llegó a decir que o se hacía el túnel o se iban de Silos. El otro es la recuperación del Monasterio de San Francisco, de hecho, reconstruirlo fue su sueño desde el primer momento que vio sus ruinas y una enorme satifacción verlo hoy convertido en un centro socio-cultural, con una exposición permanente y en una hospedería.
A partir del 1 de marzo se abre una nueva etapa en la abadía silense y se cierra otra, de casi 24 años, que se ha caracterizado, gracias a la labor de Serna, por abrir el monasterio a la sociedad y por haberlo convertido en un referente, sin olvidar el canto gregoriano, que provocó la nominación de los monjes al Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el 2008.
Oriundo de la pequeña localidad de Montorio, donde nació en 1949, entró en la abadía de Silos con 13 años e hizo su profesión monástica en 1964, siendo ordenado sacerdote 7 años más tarde.