Licenciada y doctora en Farmacia, representa a 3 millones de farmacéuticos de todo el mundo. Desde 2009 es, además, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España. Es miembro de la Comisión Permanente del Consejo Asesor de Sanidad y en su trayectoria suma ya varios premios. El sábado le entregaron en Burgos el galardón Juan Manuel Reol Tejada.
Es la «jefa» de los farmacéuticos a nivel mundial y sus colegas en Burgos quisieron reconocer su trabajo y esfuerzo en el sector otorgándole el Premio Juan Manuel Reol Tejada. El galardón se lo entregaron a Carmen Peña el sábado en el transcurso de un acto en el que también se entregaban varias medallas a farmacéuticos colegiados.
Son numerosos los premios que posee. ¿Qué tiene de especial para usted el Reol Tejada?
Tiene un gran significado personal porque Juan Manuel Reol me inspiró mucho en mi tesis doctoral, luego pude conocerle y, cuando fue director de Farmaindustria, tuvimos una relación importante en los años 90. Era cuando entraban los genéricos en España y él fue quien, desde el plano de la industria, hubo de conjugar la necesidad de proteger la investigación siendo consciente de que los genéricos eran una herramienta sanitaria muy potente para ayudar a la sostenibilidad del sistema. Porque, como dice la Organización Mundial de la Salud, hay que plantearse si seremos capaces de tener medicamentos para todo o medicamentos para todos.
Ya que ha hablado de los genéricos, al principio hubo cierta reticencia entre los ciudadanos. ¿Está superada?
Al principio hubo reticencias porque se hicieron campañas contra ellos. A determinados grupos no les convenía que salieran porque perdían dinero. Y se habló de que no tenían calidad. Pero eso no es verdad. Hemos superado la batalla más dura, pero sigue habiendo resquicios. El genérico ha demostrado su eficacia y hay que defenderlo porque si destruimos la confianza en él estaremos destruyendo a medio plazo la capacidad de poder acceder al portfolio de medicamentos a todos los seres humanos.
Es la presidenta de la Federación Internacional, que representa a 3 millones y medio de farmacéuticos. ¿Cuál es el gran problema común del gremio?
El elemento común es que en el mundo, independientemente de donde vivas, los gestores en materia sanitaria y sobre todo farmacéutica tienen que darse cuenta que el medicamento no es una mercancía, no es un producto de consumo porque el paciente no es libre de tomarlo. Implantar las reglas del libre mercado y el libre comercio es uno de los grandes peligros que tiene el mundo. Por otro lado, el paciente no es un consumidor. El medicamento es un producto estratégico para la salud que hay que preservar y proteger y al paciente hay que respetarle sus necesidades en materia de salud. Por último, la farmacia no puede ser un comercio. La farmacia es un establecimiento sanitario porque su razón de ser es el paciente, no un consumidor. Esas reglas del juego se desenfocan de una forma u otra según estés en una parte del mundo u otra. Cuanto más viajo más orgullosa estoy de nuestro sistema de salud. El 99% de la población en España puede ir andando a su farmacia, porque tenemos una por cada 2.000 habitantes, el ratio más bajo de Europa, y se implantan además con un mapa de territorialidad.
Sin embargo, en Castilla y León 1 de cada 6 farmacias tiene problemas de liquidez sobre todo en el mundo rural. ¿No puede ser que haya demasiadas?
Bueno, es que si en esa territorialidad de la que hablamos te pasas de rosca como Administración y mandas a un farmacéutico a un pueblo con 50 habitantes le estás condenando. Quizá en esas zonas lo que hay que hacer es abrir un botiquín que dependiera de la farmacia de al lado. De tal forma que le das la capacidad de vivir, dando servicio y concentrando población.
Cuando le eligieron presidenta de la FIF habló de trabajar por una farmacia profesional y sostenible. ¿A qué se refiere con esto último?
A eso mismo: que no puedes mantener una farmacia en un pueblo de 50 habitantes. Hace unos años hicimos un estudio de viabilidad económica comprometida en el que se identificaban aquellas zonas que no eran rentables. Para esas zonas proponemos coger una farmacia como centro y reconvertir las de alrededor en botiquines.
¿Hay futuro para quien hoy estudia Farmacia?
Creo que una de las grandes responsabilidades de nuestras Administraciones es hacer estudios serios y rigurosos de las necesidades que vamos a tener a 5, 10, 15 años de los diferentes profesionales de la Salud:farmacia hospitalaria, comunitaria o en la universidad. Porque hay salidas, pero también muchas universidades y muchos estudiantes.
En Burgos se barajó abrir una facultad. ¿Está diciendo que hay demasiadas?
A veces se ha abierto una cerca de otra que ya existía. Hay que pensar también si tenemos profesionales cualificados para impartir esas clases o si lo que va a pasar es que se reduzca el nivel de la calidad de la educación.
Supongo que uno de los retos del sector estará en ampliar el área de acción. En Castilla y León han pedido permiso para ejercer la atención domiciliaria en el medio rural.
El tema de la atención farmacéutica domiciliaria es una petición de los propios pacientes. El sistema nacional de salud se creó en los años 80 pensando en los enfermos agudos; sin embargo ahora debemos trabajar pensando en una sociedad de crónicos. Por encima de los 65 años hay mucha posibilidad de ser polimedicado (tomar varios medicamentos al día de por vida), pero si no eres dependiente quieres vivir en tu casa. Nosotros hemos detectado la demanda de que se les haga un seguimiento en sus casas para comprobar que se toman bien su medicación. Si un farmacéutico, además de llevar su establecimiento, sale a la calle coordinado por sus administraciones a demanda del paciente y le hace un seguimiento personal, ganamos todos porque si no se medica bien supondrá un gasto mayor para la Administración.
¿Podrían ejercerlo farmacéuticos sin establecimiento?
Es más un servicio añadido. Una necesidad que hay que estudiar si la Administración puede o no hacerse cargo.
Hay vacunas como la de la varicela que solo se dispensa en determinadas Comunidades. Esa exclusividad o falta de acceso, ¿puede fomentar el tráfico de medicamentos?
Lo que lo fomenta es la iniquidad. El sistema nacional de salud no puede permitir que haya diferentes tipos de accesibilidad según la región en la que vivas. Debe haber tolerancia cero con ese tema. Hay cosas básicas, como la vacunación, que debe ser para toda España por accesibilidad y equidad. Ésta es una asignatura continua.
Hablando de equidad, ¿el copago es una buena o mala medida?
Sí, si uno se fija en la renta y no en si eres o no pensionista. No es justo que un banquero o empresario de éxito de 70 años tenga aportación cero y un parado de 30 años y con tres hijos tenga que aportar el 40%. La receta electrónica permite saber tu estado de salud económica y se puede hacer un copago de manera más justa.
La receta electrónica en Castilla y León no llegará hasta el próximo verano. ¿Las farmacias están preparadas?
La parte de la farmacia está hecha. Estamos preparados.