Las empresas de ingeniería, consultoras y servicios tecnológicos de Castilla y León intensificarán en la segunda mitad de este año y en 2013 su apuesta por la internacionalización ante la contracción del mercado nacional, que prevén continúe en caída libre al sacrificarse las inversiones tanto del sector público, como del privado. El sector, que inició su salida al exterior de forma tímida antes de la crisis, ha utilizado Latinoamérica y Europa, en algunos casos, para dar el salto a nuevas áreas de desarrollo del este europeo, el norte de África u Oriente Medio.
La apertura de nuevos mercados, como camino para diversificar la carga de trabajo, se acelerará en los próximos meses con el objetivo de facturar fuera de España entre un 20 y un 50 por ciento de su producción. Desde que la crisis hizo acto de presencia, el sector ha visto reducido entre un 25 y un 30 por ciento su negocio en España, donde los problemas de tesorería de las diferentes administraciones y la caída de ingresos del sector privado han paralizado numerosos proyectos y pospuesto inversiones.
Firmas castellanas y leonesas, como Incosa, Grupo Tecopy e Inzamac, han utilizado mayoritariamente la estrategia de partenariado, es decir, alianzas con socios locales, para establecerse fuera del país. La vía de la internacionalización ha estado favorecida por el potencial de la marca España, logrado, según el sector, por el desarrollo que han experimentado las infraestructuras en los últimos años. No obstante, advierten de «errores» en el desembarco en nuevos mercados ya que algunas empresas están saliendo «deprisa y corriendo» en busca de negocio ante la asfixia nacional, obviando que los beneficios no llegan hasta pasados dos años.
De la misma forma, el sector, que mueve 240 millones y emplea a unas 1.500 personas, reconoce que algunas empresas, con menos experiencia internacional, se están «lanzando» a todos los mercados, sin discriminar los que encierran un mayor atractivo. Por ello, los responsables de firmas castellanas y leonesas plantean la necesidad de hacer «autocrítica» e identificar las fortalezas de la empresa mediante estudios previos y prospecciones de mercado para determinar la seguridad jurídica del destino seleccionado y el plan de inversiones a cinco o siete años.
La ingeniería regional está aprovechando las sinergias que reportan el trabajo en red con socios locales que dominan el campo de trabajo, la «idiosincrasia» del país de destino y su estructura legal. También, pretende conseguir el tamaño suficiente para poder echar raíces fuera de España. Además, otro de los elementos claves para la internacionalización es la capacidad financiera, que depende del «pulmón» de la compañía.
Asimismo, resalta la relevancia de la herramienta mercantil seleccionada para operar en el exterior. Las empresas valoran el apoyo de los organismos públicos, como la ADE o Excal, pero también evidencian una reducción en general de los apoyos para salir al exterior. Por eso, algunas han decidido explorar las ventajas de la internacionalización de la mano de grandes empresas españolas, que se están adjudicando proyectos de gran envergadura por el «buen» nombre de España.
Innovación. El grupo Tecopy, con centros en Zamora, Valladolid y Madrid, afronta la estrategia de internacionalización con los «deberes hechos», según explicó su director general, Antonio Rodríguez Furones, quien reconoció que en los tiempos de bonanza económica planificaron su salida al exterior, que esperan se acelere en los dos próximos años hasta representar el 20 por ciento de su producción. Su plan se sustenta en tres herramientas, la central de producción que utilizan para establecer oficinas estables; la central de ventas, que se basa en acuerdos sólidos con partenariados locales para comercializar servicios y productos, y los proyectos ‘spot’, que despliega para ejecutar un proyecto determinado y luego se retira.
Con su sede en Bulgaria, ha desarrollado ya actividades en Europa del este, Latinoamérica y norte de África y prevé abrir nuevas delegaciones en Colombia y en la zona andina. Además, está cerrando acuerdos estables en Rumanía y la República Dominicana.
El Grupo Inzamac, de origen zamorano, tras haberse implantado en gran parte de la geografía española ha compatibilizado la diversificación con la internacionalización, que puso en marcha en 1997 cuando se estableció en Chile. Allí llegó de la mano de la Universidad de ese país, y ha ofrecido servicios de ingeniería mecánica, eléctrica y medioambiental a la explotación minera de cobre del Teniente, la segunda más grande del mundo, según explicó el consejero delegado Diego Rodríguez. También, su apuesta por la internacionalización los ha llevado a África, donde prestan servicios en Mozambique, Cabo Verde, Angola y se esta posicionando fuertemente en Argelia con el establecimiento permanente de servicios de geotecnia y de laboratorios de construcción, topografía y supervisión de obras. Esta política ha permitido que más del 50 por ciento de la facturación del Grupo se realice en el extranjero.
Por último, Incosa, una firma con más de un cuarto de siglo de vida, se instaló en Colombia hace ocho años y desde este país dio el salto a Perú, Panamá y Estados Unidos. A finales de este año se instalarán en Emiratos Árabes y están cerrando acuerdos para comenzar a trabajar en Qatar, que acogerá el Mundial de Fútbol en 2022, y Polonia, donde mantienen contactos con otros grupos españoles, según explicó su presidente, José Vega. Pretenden que la facturación exterior representante un 35 por ciento en 2013, frente al 18 logrado en 2011, y que la cartera de proyectos alcance el 25 por ciento.