El maridaje de vino y música es una imagen plasmada ya en la retina de la cultura contemporánea. Los expertos en una u otra cosa, o en ambas, aseguran que las emociones que despiertan ambos son muy parecidas. Por eso, no es extraño que los que ya se han labrado un nombre en el panorama musical dejen fluir su apetencia hacia la enología. Este es el caso de Loquillo, el verdadero icono del rock & roll nacional, que ha sacado al mercado su primera añada de vinos. ‘Neo, un vino soñado y cantado por Loquillo’ es lo que reza la etiqueta de esta partida de 3.000 botellas de un vino Ribera del Duero elaborado en Bodegas Neo, única que cuenta con un estudio de grabación en sus instalaciones y que ha demostrado sobradamente su apetencia por el mundo musical.
De la mano de Javier Ajenjo, uno de los socios de la bodega, del enólogo Isaac Fernández y del resto del equipo que conforma esta empresa, Loquillo terminó por elegir para poner su imagen a un caldo de la cosecha de 2012, obtenido de viñedos de más de sesenta años vendimiados a mano. El envejecimiento del vino se llevó a cabo durante seis meses en barricas de roble americano al 30% y francés al 70%, que pasó por un leve proceso de clarificado y filtrado. «El tenía muchas ganas de sacar su propio vino, nosotros consideramos que es un verdadero icono de la música y queríamos reivindicar nuestra relación, la de nuestros vinos, con la música, que está más que demostrada», comentaba Javier Ajenjo.
Loquillo se implicó de lleno en el proceso de elaboración de este caldo. «Es totalmente un vino de autor porque colaboró tanto en su elección como en su diseño, él probó diferentes vinos para ver cuál es el que más le gustaba y fue un proceso muy divertido porque ver a un erudito probando vinos y tratando de elegir el que más le gustaba, además le puso mucho afán y mucho empeño», explicaba Ajenjo, para aclarar a renglón seguido que «nos hace mucha ilusión ver el nombre de Neo acompañado de su imagen porque, a parte de ser un gran músico, es un amigo de la casa y así la gente puede disfrutar de algo que ha hecho este personaje más allá de la música». La relación de esta bodega con Loquillo va más allá de este vino y él ya ha acudido en diversas ocasiones a profundizar en su inmersión en la enología.
Esta pequeña producción solo puede adquirirse en dos tiendas, una en Madrid, en Carlota Wine Shop (en la calle Libertad 26), y otra en Barcelona, en el 99% Burger Bar (calle Joan Güell 207). La calidad del vino y el tirón de Loquillo ha hecho que ya queden pocas botellas a la venta.