La Junta construirá un nuevo colegio ante la costosa reparación del actual

I.M.L. / Peñaranda de Duero
-

La Consejería de Educación estima que el arreglo de las antiguas instalaciones acarrearía un gasto de un millón de euros y que con esa inversión se puede edificar un centro mejor dotado e incluir otros servicios como un gimnasio

Los representantes de la Junta se reunieron con los profesores del CRA Diego Marín y el Ayuntamiento - Foto: Diario de Burgos

 
Los alumnos del Colegio Rural Agrupado (CRA) Diego Marín Aguilera de Peñaranda de Duero estrenarán edificio. Esa es la apuesta de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León tras analizar el estado del edificio que viene acogiendo las clases de educación obligatoria en la localidad desde su construcción, en la década de los años 20 del siglo pasado, y que los 71 chavales matriculados este curso tuvieron que dejar para mudarse al vecino Palacio de Avellaneda cuando empezó el curso actual por los graves problemas estructurales detectados en el edificio. 
Según la estimación de los técnicos de la Junta, el arreglo del inmueble supondría un gasto de un millón de euros, la misma cantidad que se tendría que invertir en la construcción de un nuevo edificio, con todas las mejoras de los colegios a estrenar. «Un colegio nuevo no solamente sería mejor por el hecho de ser nuevo sino que tendrá también instalaciones que ahora mismo el colegio antiguo, ni aunque lo rehabilitáramos, tendría, como un gimnasio que ahora mismo es una instalación que tienen los colegios y que es muy funcional y necesaria para que los alumnos desarrollen adecuadamente su escolarización», explicó el director de Política Educativa Escolar de la Consejería de Educación, Fernando Sánchez Pascuala, que acudió a plantear la postura de la Junta al claustro de profesores del CRA Diego Marín y al equipo de gobierno del Ayuntamiento peñarandino, acompañado por el delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo.
El director general de Política Educativa Escolar prevé que «el colegio nuevo podría entrar en funcionamiento en el curso 2016-2017» y la propuesta es que las obras de construcción se desarrollen «parte en el año 15 y parte en el 16», periodo en el que asegura que las clases tendrán la continuidad asegurada. «Hasta entonces, los alumnos y profesores tendrían que permanecer en las instalaciones de la Consejería de Cultura en las que están ahora, que además esta Consejería amablemente nos ha dicho que estemos los cursos que sean necesarios hasta la inauguración en el años 16», aseguró Sánchez Pascuala.
Ahora la decisión está en manos del Consistorio de Peñaranda de Duero, que es el propietario de las instalaciones educativas, con la tranquilidad de que la Junta confirma su intención de mantener el centro en la localidad. «El planteamiento oficial se lo mandaremos en unos días al Ayuntamiento por escrito con respecto a la escolarización de los alumnos de Peñaranda, que desde luego va a seguir siendo en el pueblo, en ningún momento nos hemos planteado que Peñaranda dejara de tener colegio, si que se le planteará la decisión ante rehabilitar o hacer uno nuevo», aclaró Sánchez Pascuala. 
Los representantes del equipo de gobierno peñarandino, con su alcalde a la cabeza, José Caballero, conocían ayer mismo estas intenciones de la Consejería de Educación y el primer edil no quiso adelantarse a los acontecimientos, antes de analizar la situación y pedir la opinión a sus concejales, y no valoró la propuesta de la Junta pero insistió en que «tenemos que colaborar todos para que el pueblo siga teniendo colegio y en eso estamos». En cuanto a la disponibilidad de parcelas de propiedad municipal para poder formalizar la cesión a la administración regional para la construcción de un nuevo colegio, Caballero no las tenía todas consigo. «Casi todas las parcelas que hay tocando al pueblo son privadas, entonces el problema que tenemos puede venir por ahí pero se trabajará sobre este tema para cubrir la necesidad de que Peñaranda pueda tener el mejor colegio, dotado para los tiempos que corren, y no estar como vulgarmente se dice de alquiler», comentó. El alcalde no se decantó ante la opción de derribar el antiguo edificio para construir ahí mismo el nuevo colegio, aunque consideró que el derribo del edificio de casi cien años sería un aldabonazo a la nostalgia para todos aquellos peñarandinos que pasaron por sus aulas en sus años de escolarización.