Herrán y ACR solicitan construir un multiusos de 20 millones en 12 meses

Álvaro Melcón / Burgos
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Registrado. El viernes manifestaron por escrito su intención de adjudicarse la construcción y explotación por 25 años

Toros 9.217 espectadores. 944 en palcos bajos y medios - Foto: Valdivielso

El febrero de 2012 el alcalde Lacalle anunció que el Ejecutivo que preside renunciaba a culminar el proceso que iba a desembocar pocas semanas después en la adjudicación de las obras para construir el por entonces denominado pabellón arena (hoy rebautizado como ‘multiusos’ tras la tragedia de Madrid). Lo hizo cuando estaba a punto de hollar un puerto que había escalado durante dos años con la cartera de Fomento a cuestas.

El motivo fue que días antes se aireó que el Ayuntamiento tenía metidas en los cajones facturas por valor de más de 50 millones de euros, un escándalo del que se desmarcó asegurando que jamás tuvo conocimiento de un agujero de similares dimensiones. «El sentir general manda y nos aconseja ser prudentes», zanjó. Su proyecto estrella se diluía y fue parco en palabras, pero algunas las repitió. Concretamente, éstas: «cumpliremos el programa electoral».

La traducción era simple: ahora no puedo, pero en cuanto encuentre la fórmula sacaré adelante el multiusos. Desde entonces hasta hoy esa indefinición ha mantenido latente el proyecto, que regresó a la primera plana de la actualidad municipal cuando este periódico reveló que el técnico encargado de acreditar la seguridad de la plaza de toros de El Plantío se negaba a hacerlo. El resto es conocido: obras contrarreloj y un debate tenso entre los defensores del coso y quienes, como el alcalde, consideran que Burgos necesita un espacio multiusos que permita meter a más de 2.500 personas bajo techo, que es el límite actual (el del polideportivo, para más señas).

Sin embargo, el Gobierno local no ha dicho una palabra de cómo pensaba materializar su promesa, lo cual no significa que no se haya movido. Durante medio año se han mantenido negociaciones en la más absoluta discreción para lograr desatascar el proyecto del multiusos y abrir sus puertas antes de que termine el mandato. Pues bien, esas negociaciones han cuajado y el viernes se registró un escrito en el Ayuntamiento en el que un grupo de empresas solicita el respaldo municipal para presentar un estudio de viabilidad para un proyecto que consideran necesario para Burgos.

Sotev, una sociedad formada por empresarios de la construcción que hace tres años unieron fuerzas para diversificar su cartera de negocio hacia sectores desvinculados del ladrillo, y el grupo navarro ACR, una de las inmobiliarias más importantes de la comunidad foral, han unido fuerzas y en los próximos días registrarán  el estudio que catalizará el procedimiento para adjudicar, por régimen de concesión y explotación, la construcción del pabellón multiusos que habrá de sustituir a la plaza de toros de El Plantío. La firma burgalesa accionista de Sotev que ha liderado las conversaciones previas es Construcciones Javier Herrán.

La concesión

Los inversores han analizado la viabilidad del proyecto de la mano de una de las consultorías más importantes del país y, según ha podido contrastar este periódico de diversas fuentes, han cerrado ya una propuesta. Una vez oficializado el estudio de viabilidad (en la segunda quincena de noviembre, como tope) se procederá a su aprobación inicial, el periodo de información pública y la posterior aprobación definitiva.

Después (en torno a enero), se convocará el preceptivo concurso público. A ese proceso podrán acudir cuantas empresas lo consideren oportuno, y podrían incluso adjudicarse la construcción y gestión del multiusos en detrimento de Sotev y ACR si presentan una oferta más ventajosa para la administración (o al menos eso dice la Ley) aunque, eso sí, compensando a la sociedad que ha realizado todo el trabajo previo. Si se cumplieran esos plazos, las obras se iniciarían en primavera.

Pero, ¿en qué consiste concretamente la oferta? ¿Qué ofrece y a qué obliga? ¿Cuál es la inversión? ¿Y el plazo de las obras? ¿Y el proyecto? Los promotores ofertan una inversión de 20 millones de euros para demoler el coso actual y levantar el Arena incluyendo todo su equipamiento (algo novedoso con respecto al planteamiento de 2012), en un plazo no superior a 12 meses. El espacio podrá albergar todos los usos previstos (taurino, musical, deportivo...) y los concesionarios podrán explotarlo durante 25 años, 15 menos de los que permite la Ley para este tipo de contratos.

De los 20 millones, 14 los pondrán los inversores (con un porcentaje relevante de fondos propios) y 6 la administración. Así, el Ayuntamiento destinaría al ‘arena’ dos millones de euros en los años 2014, 2015 y 2016. Es más, en el presupuesto municipal del próximo año ya está reservada la partida con destino al pabellón multiusos. En cada una de las anualidades, un millón provendrá de los fondos propios del Ayuntamiento y el otro de la transferencia anual que realiza la Junta para inversiones y que supone otro millón.

Este dinero, el de la Junta, estaba reservado para pagar las obras del bulevar de Gamonal, pero se ha derivado hacia el multiusos y las obras en la calle Vitoria se afrontarán con fondos municipales tras la enésima carambola de una partida que primero iba a servir para ampliar el bulevar ferroviario, después para las obras de Gamonal y ahora acaba en el ‘Arena’.

Dado que la promotora adquirirá el derecho de explotación del complejo resultante, el Ayuntamiento se convertirá en su cliente cada vez que quiera reservar todo el multiusos para un evento, cualquiera que sea su condición. Fuentes del equipo de Gobierno aseguran que esas reservas alcanzarían a al menos 70 días al año. ¿El precio? 20.000 euros diarios por todo el Arena. La referencia más cercana es el Fórum, que tiene un coste de 13.000 euros diario por todo el edificio. Por tanto, disponer del complejo para usos municipales costará en torno a 1,4 millones al año.

Capacidad

Esas fechas se blindarían para al menos una jornada de todos los fines de semana (se mantienen contactos con promotoras musicales), la Feria Taurina de los Sampedros y todos los partidos de Autocid. Precisamente para garantizar un ambiente apropiado para un partido de baloncesto, una de las condiciones es que la división de los dos anillos que compondrán un graderío dividido en diez tendidos sea física. Es decir, los espectadores entrarán a un pabellón de 6.000 localidades (el anillo bajo) y no verán el resto del complejo, que quedará físicamente cerrado. La capacidad total para un espectáculo deportivo será de 10.121 personas, que se puede limitar a voluntad a 6.015 con la división del espacio.

Eso también permitirá optimizar los costes de mantenimiento (calefacción, limpieza, seguridad...) que correrán en su totalidad y durante los 25 años de la mano de las promotoras. En el caso de los toros, el aforo quedaría limitado a 9.217 personas (se prescinde de los asientos a pie de pista que sí habrá en la baloncesto) y para eventos musicales el aforo puede llegar a superar los 10.000 espectadores.

Precisamente ese uso, el musical, es el que ha colaborado, junto con el equipamiento, a encarecer el coste del proyecto hasta los 20 millones. Para evitar que los escenarios de gran formato se coman el espacio, los graderíos de los tendidos 5 y 6 (sobre los corrales, que se mantienen tal y como están ahora en cumplimiento de lo prometido a los colectivos taurinos) serán telescópicos, de forma que se podrán recoger ganando ese espacio para instalar el escenario y liberando la pista para espectadores de pie (sentados cabrán más de 7.000).

Lo que no han hecho Sotev y ACR es replantear desde el inicio el proyecto. Así, han tomado como referencia el que elaboró la ingeniería EiC cuando estuvo a punto de licitarse la construcción, de forma que se han incorporado algunos elementos y otros han desaparecido, pero lo fundamental se ha respetado.

Cambios

En cuanto a las ‘novedades’, destaca la mencionada grada telescópica, un remate central en la cubierta que permitirá abrir al menos una parte (se renuncia al sistema de apertura completa por su coste) y se incluye todo el equipamiento, desde los vestuarios a la sala de prensa pasando por el quirófano.

Por contra, se eliminan algunos detalles estéticos (como la falsa puerta grande dibujada de inicio por EiC con la pretensión de remarcar la vocación de coso del multiusos pero sin comunión con el resto del complejo) y desaparece el voladizo sobre los corrales que iba a albergar una cafetería y un restaurante. Además de reducir costes, se pretende optimizar el uso de los locales de uso terciario que se generan bajo el graderío que ‘mira’ al Arlanzón.

La altura del edificio será de 15 metros y la aprobación, ya superada, del estudio de detalle de la parcela permitirá que «no sea necesario», según sostienen fuentes conocedoras del proyecto, volver a realizar este trámite urbanístico al respetar los volúmenes del ‘arena’ inicialmente ideado por EiC. Esas son las claves que durante medio año se han analizado, estudiado y puesto encima de la mesa para hacer tridimensional un proyecto que lleva años rondando el uno de Plaza Mayor sin que, por el momento, haya salido de allí.