La paradoja de definir Miranda como un nudo de comunicaciones y que no cuente con una estación de autobuses ha pasado, por fin, a la historia. Un año después de que acabaran las obras, ayer quedó inaugurado el edificio que a partir del jueves centralizará el servicio de autobús, tanto el público como el privado. Fue un «día importante», en palabras de las fuerzas políticas y sociales asistentes, ya que se trata de un proyecto anhelado durante años y que ha sido posible gracias, sobre todo, a la inversión del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que ha invertido 3,2 millones de euros.
Alrededor de medio centenar de mirandeses no quisieron perderse el acto y se ‘colaron’ en el luminoso vestíbulo donde se celebró el acto de inauguración. Allí, el alcalde tomó la palabra para señalar que el edificio abrirá de 7 de la mañana a 11 de la noche. Serán nueve las líneas que por ahora pararán en la estación, correspondientes a las empresas Autocares del Zadorra (con destino a Vitoria y a Espejo), Autocares Jiménez (Logroño), Soto y Alonso (Burgos), Barredo (Villarcayo, Oña, Condado de Treviño) y Herrera (Ircio, Rivabellosa y Condado de Treviño). Ya hay acuerdo para que Sercobus, que tiene la concesión del trayecto Irún-Algeciras, pare en Miranda y queda pendiente saber qué va a pasar con Alsa, que cuenta con un servicio de seis líneas en la ciudad, entre ellas la de Madrid, Santander y Bilbao. Se desconoce cuáles son sus intenciones, si bien Fernando Campo lo dejaba ayer muy claro: «o entran en la estación de autobuses o no paran».
una parada obligatoria. Un decreto de Alcaldía firmado el pasado jueves recalca que todos los transportes públicos de viajeros de uso general usarán «de forma obligatoria» el nuevo complejo, eliminándose por ejemplo la parada del Hotel Tudanca, que recoge hasta ahora a los viajeros con destino Madrid o Bilbao. Se respetarán, eso sí, las paradas intermedias que hacen algunos vehículos dentro de la ciudad, como la línea que va a Burgos, los autobuses de los colegios y los puntos habituales para recoger a trabajadores.
La nueva estación, por tanto, estará en marcha el próximo jueves, aunque sin mucho personal. De sus cuatro taquillas solo estará abierta la de Autobuses del Zadorra y Barredo para vender billetes. Todos los horarios estarán disponibles en dos televisores informativos instalados en la entrada del vestíbulo y en su interior, y está pendiente colocar un tercero que indique las combinaciones de trenes y autobuses. Esto, junto a la parada de taxis situada en el exterior, convierten al edificio en una estación intermodal, algo que ayer fue recalcado por todas las autoridades políticas. «Lo más importante es su cercanía al ferrocarril, lo que facilita la intermodalidad. Este es un camino de futuro donde Miranda tiene mucho que decir», valoró el director general de Transportes de la Junta, José Antonio Cabrejas.
Especialmente contento con esta inauguración se mostró José Ignacio Barredo, gerente de Autocares del Zadorra. Su empresa será la que gestione el funcionamiento del edificio, que suma 3.157 metros cuadrados de superficie, además del aparcamiento, durante veinte años. Reconoció que «costará» que se sostenga económicamente, aunque confió en que «a corto o medio plazo pueda funcionar». Para ello, es importante alquilar los dos locales comerciales que están sin acondicionar. El alcalde desveló que un negocio de hostelería y otro de comida rápida «han tanteado algo», pero no pasado de ahí.
Lo que sí se concretará pronto es la gestión de las 57 plazas de párking que hay en el exterior. Se está en conversaciones con la empresa concesionaria de la zona azul para que asuma el servicio. Hasta que haya novedades, los vehículos particulares podrán aparcar de forma gratuita.