Movilidad prevé el colapso de Islas Baleares cuando el Hospital funcione al 100%

Á. M. / Burgos
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Un exhaustivo informe dedicado a analizar el impacto del complejo en el transporte de personas y vehículos advierte que en hora punta los accesos podrían verse saturados

La avenida Islas Baleares (en primer término) soportará todo el tráfico rodado de entrada y salida al nuevo Hospital de Burgos (detrás). - Foto: Ángel Ayala

El Hospital Universitario de Burgos moverá un tráfico de personas que supera los dos millones al año. ¿Mucho? Pues es solo uno de los múltiples presupuestos de los que emana un informe de más de 100 páginas elaborado por el área de Movilidad del Ayuntamiento con la ayuda del EREN (Ente Regional de la Energía).

El documento no es desconocido ni para los responsables de la sociedad concesionaria de las obras ni para el Sacyl, según confirman fuentes municipales, y en él se trató de diagnosticar el impacto sobre la movilidad de las personas y los vehículos que tendrá un Hospital al que acudirán de media diaria 6.500 personas.

Un denso trabajo de recopilación de datos, cómputo de intensidades de tráfico, análisis del uso del transporte público que se hace actualmente a los tres hospitales de la capital, cientos de encuestas y simulaciones por ordenador ha demostrado que la calle Islas Baleares, y muy en concreto el tramo que discurre entre las dos rotondas que delimitan el Hospital, sufrirá las consecuencias de la ‘mudanza’, y las repercutirá sobre los conductores que pasen por ese tramo, especialmente en horas punta (entendidas como tal las que discurren entre las 07.30 y las 08.30 y las 14.00 y las 15.00, principalmente).

Actualmente la intensidad de tráfico que soporta el tramo ya es muy considerable. El cierre de la ronda Interior Norte y el hecho de que sea la conexión más directa entre los dos grandes polígonos de la ciudad provoca que soporte hasta 17.000 vehículos diarios en sentido avenida Cantabria y 12.000 en sentido S-4 (nueva estación de ferrocarril).

El mismo informe, basándose en la experiencia del Yagüe y en las encuestas realizadas al personal y a los ‘clientes’, sostiene que aproximadamente el 60% de los visitantes diarios del Complejo irán en vehículo particular, a los que habrá que sumar otro porcentaje importante (más del 20%) que podría hacerlo en transporte público. En autobús, vaya.

Si a las intensidades actuales se le suma las que puede generar el complejo cuando se encuentre al 100% de rendimiento, previsiblemente a finales de la primavera, se le añade el tránsito de autobuses urbanos y se tiene en cuenta que al Universitario deben poder entrar y salir vehículos de emergencia 24 horas al día, la conclusión es que puede haber problemas.

Para evitar abundar en ellos, el concejal de Autobuses, Esteban Rebollo, ultima junto a sus técnicos un servicio de transporte público que transite lo menos posible por Islas Baleares. Así, una parte importante de las líneas de presten servicio al Hospital apearán a los pasajeros en las calle del entorno del G-3 más próximas (Islas Canarias, fundamentalmente). Pero aun así habrá autobuses que lleguen a pie de hospital.

Aún más preocupante resulta la cuestión para las ambulancias. Las entradas al Complejo están, todas, en Islas Baleares, lo que significa que si el tramo llega a colapsarse y en ese momento llega un vehículo de emergencia, perderá tiempo en lograr entrar por Urgencias. Y para salir, lo mismo.

Las soluciones

En el documento se plantean también una serie de soluciones que, en parte, ha sido tenidas en cuenta pero aun no se han desarrollado. La construcción de un vial de conexión con el Divino Valles es una propuesta del estudio para facilitar el tránsito de las ambulancias y crear una ‘vía de escape’. La Junta lo va a construir y el proyecto se encuentra en Fomento para ser visado. Cuando se apruebe, tardará cuatro meses en materializarse. Ese vial podría ser utilizado también para el transporte público o para evacuar el parking durante los cambios de turno.

Además, se propone la creación de un servicio discrecional de autobuses para trasladar a los trabajadores similar al que ya utilizan las grandes fábricas, se solicita que el aparcamiento sea de pago en todo el recinto para disuadir del uso del vehículo privado, se defiende la creación de una parada de autobuses urbanos en el acceso principal de edificio (que no se ha hecho), instalar semáforos, evitar salidas directas a la rotonda e incluso se llega a proponer que se estudie la posibilidad de que las empresas de los polígonos modifiquen los horarios de entrada y salida en sus turnos para evitar colapsos.

«Llevamos más de un año advirtiendo de todo esto. Si no acaban teniendo en cuenta todo, o al menos una parte importante de lo que hemos pedido, tendremos que ir buscando soluciones sobre la marcha porque habrá problemas. Nosotros ya lo hemos explicado con datos y predicciones fiables», sentencian fuentes municipales.