Secretos por descubrir

B. Antón / Tierra de Lara
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Fáciles de reconocer por fuera, pero desconocidas por dentro. Las iglesias de Lara guardan tesoros que este fin de semana quieren compartir en una nueva edición de sus Jornadas de Puertas Abiertas

Lara de los Infantes. A la cabeza del Arciprestazgo de Lara, de su templo destaca el altar mayor y el retablo renacentista. Su torre es defensiva. - Foto: Azúa

Su tamaño llama la atención, es desmesurado para un pueblo como Revilla del Campo y se desconoce por qué se construyó así grande. Será allí, en esta iglesia singular por la marcada forma rectangular de su torre, dónde mañana se inaugurará una nueva  Jornada de Iglesias Abiertas, una actividad que organiza la Asociación para el Desarrollo de Tierra de Lara con el objetivo de invitar a conocer la riqueza de los templos de toda la comarca. Será una oportunidad única para poder observar de cerca los curiosos y emblemáticos elementos que esconden las paredes de estas iglesias, ya que la de este año será la cuarta y última edición de esta jornada.

Treinta y un templos, desde Cubillejo hasta Jaramillo de la Fuente, pasando por Mambrillas, Mazueco, Quintanalara, Villamiel o Rupelo, tendrán abiertas sus puertas durante el fin de semana para mostrar su patrimonio. En cada uno de ellos, varias personas, vecinos de estas poblaciones, harán de guías y sellarán un pasaporte que se puede comprar en cada iglesia y que es necesario presentar para acceder al interior de las mismas.

Verónica, la cuarta generación de campaneros de la saga De la Torre, de Revilla del Campo, será la encargada de hacer repicar las campanas en la exhibición inaugural de las jornadas, en la iglesia de su pueblo, la de la torre rectangular, que esconde otras muchas peculiaridades, como la escalera de caracol por la que se accede al coro y construida al aire. Hay muy pocas así en la provincia y en el Monasterio de San Pedro Cardeña se pueden observar dos similares a ésta. Su exterior también es curioso, ya que en su construcción se emplearon dos tipos de piedras, por eso los dos primeros cuerpos son de un color blanco y el superior más marrón, lo que la otorga un atractivo y llamativo aspecto. Sin embargo, en su interior, aparecen mezcladas las piedras más claras y las oscuras, sin un orden.

Iglesiapinta: Estelas romanas

El valor que esconden los templos de esta comarca es proporcional al desconocimiento que existe de ellos, lo que aumenta su atractivo. Pero para que esa gran riqueza comience a conocerse y a visitarse, desvelaremos algunos de los secretos que esconden y que se escapan a la mayoría del público. Un claro ejemplo es la iglesia de San Miguel, en Iglesiapinta, donde hay varias estelas funerarias romanas, del siglo I y procedentes de Nova Augusta, una importante ciudad romana que se encontraba donde actualmente se localiza Lara de los Infantes.

Entre las diferentes estelas destaca una que se encuentra en el interior, muy bien conservada pero a la que falta una parte importante. En ella se puede ver a un soldado romano de a pie y a uno a caballo, con su lanza. Ambos vistes túnicas cortas y están separados por unas cenefas de un grupo de 4 trompetistas, dos con trompas curvas y dos con rectas. La escena es un claro cortejo militar.

En otra estela aparece representado un banquete funerario. En él, el difunto está sentado en una silla y porta en una mano una especie de roscón endulzado con miel. Junto al hombre aparece un sirviente y también se adivina su nombre y la edad a la que murió. El por qué de estas estelas en Iglesiapinta responde a que en su construcción se utilizaran materiales procedentes de la romana Nova Augusta, como sucedió en otros municipios.

Villamiel: La cruz de piedra

Da la bienvenida a los que caminan hacía la iglesia de Villamiel de la Sierra, pero no es un simple adorno, es una cruz de piedra que se colocó ahí para cumplir una importante función, marcar la separación entre los Reinos de Castilla y de Navarra. Aunque no se sabe exactamente en qué fecha se instaló, se cifra entre 1025 y 1100, lo que sí se tiene claro es que se hizo para marcar los lindes entre ambos reinos o condados. La cruz tiene talladas en su superficie otras quince cruces, algunas de las cuáles no se ven porque se encuentran en la parte enterrada. Este elemento ha servido para realizar la separación jurídica entre los partidos judiciales de Salas y de Burgos.

San Millán: El misterio de una cueva

La majestuosa iglesia de San Millán de Lara fue primero templo de un monasterio mozárabe y después románico, y entre sus muchos ricos elementos, llama la atención, por su carácter insólito, la Cueva de la Magdalena, a la que se accede por el interior del templo y a la que se atribuye el origen de esta iglesia, ya que se levantó sobre la primitiva cueva del santo eremita Millán. Gracias a una gran escalinata de piedra situada en el ángulo noroccidental de la nave se llega hasta una portada románica poli lobulada a través de la cual se accede al cuerpo interior de la torre, dónde se abre el umbral de la cueva y reza el siguiente texto: Benedictu(s) Micael et Martinus han(c) op(er) a (m) F(ecerunt) Era MCLXV (Benedicto, Miguel y Martín hicieron esta obra en 1165).

       La torre, por tanto, se eleva sobre una prominente roca, bajo la cual se encuentra la cueva o el eremitorio que dio origen a la abadía. Exteriormente destaca sus dos magníficas portadas románicas. Tuvo tres ábsides románicos, aunque uno se suprimió para hacer la actual sacristía, y de enorme valor es también su pila bautismal, románica y de copa estrecha con acanalados.

Mambrillas: Vestigios de San Pedro de Arlanza

La iglesia de San Juan Bautista, en Mambrillas de Lara, se caracteriza por acoger algunos elementos que salieron del Monasterio de San Pedro de Arlanza cuando tuvo lugar la desamortización de Mendizábal. La mayoría están catalogados y entre ellos destaca un capitel, que hace de base de la pila bautismal, y que en la actualidad se pueden observar unos iguales en el monumento que este año celebra el 1.100 aniversario de su fundación. También proviene de allí la imagen de un San Pedro que se cree pudo presidir el altar mayor de la iglesia de la abadía.

Entre algunas otras singularidades de este templo de Mambrillas se encuentra el hecho de que tenga dos calvarios en el altar, uno en relieve y otro pintado, y de igual manera, que haya dos sagrarios, uno encima del otro. Al de abajo, más amplio y que le faltan una serie de elementos, también se le atribuye Arlanza como procedencia. Su confesionario, plegable, que se monta en un momento y que se recoge contra la pared y no ocupa nada, es otra de sus aspectos curiosos.

Lara de los Infantes: Un altar de catedral

La iglesia de Lara de Los infantes se encontraba a la cabeza del conocido Arciprestazgo de Lara y entre sus aspectos más relevantes está el altar mayor y su retablo renacentista, muy similar al altar mayor de la Catedral de Burgos, pero a menor escala.

Su coro es gótico renacentista  y su ábside pertenece al románico, pero si hay algo singular de este templo es su galería porticada, construida a la solana y protegida del norte y donde después de misa se reunía el concejo. Con el tiempo se reconvirtió su uso y se utilizó para cobrar y almacenar el diezmo.   

La torre de la iglesia es defensiva, y desde ella se comunicaban, a través de banderas, con los vigilantes que se encontraban en la torre de Hacinas o en una que había en la parte de arriba de Las Mamblas.

Posee importantes grupos escultóricos, entre ellos el de Nuestra Señora de la Anunciación, que está en la entrada, es de los siglos XI y XII y se encuentra en muy estado. En una de sus piedras puede verse grabada la Cruz de los Lombardos, por lo que se presupone que un grupo de italianos trabajó en su edificación.