Subraya este doctor en Economía que se siente decepcionado por el paquete de medidas de Rajoy. A su juicio, se queda corto. «El déficit todavía deberá ajustarse en 30.000 millones para alcanzar el objetivo del 4,4 por ciento marcado por Bruselas. Esperemos que no sigan apostando por más pauperizadoras subidas de impuestos, aunque visto lo visto nada puede darse por seguro. De hecho, apostaría más bien por que nos queda por ver una subida de entre 4 y 5 puntos en el IVA». Confiemos en que se equivoque. 

¿Cómo calificaría los resultados del segundo Consejo de Ministros?   

Un fiasco absoluto. El PP, partido que presuntamente hacía gala de valores liberales, ha optado por la vía socialista de incrementar masivamente los impuestos y de sangrar al sector privado. Es un error que pagaremos muy caro. En lugar de eliminar gasto público, de adelgazar el Estado, de apostar por las empresas y por los ciudadanos, se ha decidido mantener a toda la casta política y clientelar que vive de él a costa de exprimir a quienes mantienen en pie a este país.

¿Qué podemos esperar de la ley de reforma laboral?

El PP se está alejando a marchas forzadas del ideario liberal. Las diferencias con Zapatero en este momento son mínimas, salvo por el importante pero insuficiente ejercicio de sinceridad a la hora de reconocer el déficit real de las Administraciones Públicas. En este sentido, es de temer que la reforma laboral sea un fracaso. Vamos, por desgracia, hacia un Gobierno continuista.

¿Tienen motivos los funcionarios para estar enfadados?

Hay que racionalizar el empleo público en este país. En los últimos 10 años, el número de funcionarios ha aumentado en 800.000 personas al socaire de la burbuja. Incluso durante la crisis su número ha crecido en 300.000. Hay que reducir su cifra de una manera muy sustancial, y en la mayoría de los casos habrá que reducir sus remuneraciones. Según Eurostat y el Banco de España, la remuneración de los empleados públicos de España es la que, con diferencia, más ha crecido de toda Europa en la última década. Por suerte o por desgracia ya no nos lo podemos permitir.

¿Qué Presupuestos Generales del Estado nos esperan para finales de marzo? 

A la vista del último Consejo de Ministros, unos PGE donde se recorte tímidamente el gasto y donde se continúen incrementando de manera salvaje los impuestos. El PP ha apostado por vestirse de socialdemócrata.

Se había hablado mucho en las últimas semanas de los minijobs... ¿Por qué no se ha sacado ahora?, ¿acaso el globo sonda enviado desde Moncloa no fue efectivo? 

Lo que necesitamos, en realidad, no es precariedad laboral sino libertad para negociar las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores. El mercado de trabajo es demasiado importante como para dejarlo en manos de sindicatos, patronales y políticos. Debería corresponder a cada agente económico negociar sus condiciones laborales. Los miniJobs son un ejemplo de acuerdos a los que se podría llegar, pero probablemente habría muchos otros.  

La Junta de Castilla y León sacó el pasado jueves una serie de medidas bastante impopulares. ¿No cree que las regiones del PP compartirán la ingrata tarea de recibir palos con el Ejecutivo central, repartírselos?

Están bien pero son insuficientes. No se trata de que los funcionarios trabajen más, sino de que haya un menor número de ellos. Las arcas están vacías y más que van a estarlo si se continúa expoliando al sufrido contribuyente.