El partido SAIn (Solidaridad y Autogestión Internacionalista) se concentró ayer frente a la estación de autobuses de la capital para pedir a los trabajadores de la dotación de la calle Miranda que envíen sus quejas a la Subdelegación del Gobierno cuando sean testigos de que agentes de la Policía Nacional, a los que exculpan por cumplir órdenes, requieran la documentación y detengan a inmigrantes que hacen parada en Burgos.
El portavoz del colectivo, Rodrigo del Pozo, también invitó a los empleados y a los usuarios a que les comuniquen estas situaciones a ellos mismos o a alguna asociación que trabaje con inmigrantes. Incluso por el altavoz que colocaron a la puerta de la estación se escuchó por parte de uno de los alrededor de 20 manifestantes la petición a los agentes de que incumplan una orden que es «ilegal» e «inconstitucional».
Del Pozo calificó como una «persecución a los inmigrantes» que, especialmente por las noches, una decena de agentes de policía acudan a la estación y, sin dejar bajar a los pasajeros de los autobuses, pidan la documentación a los ciudadanos de apariencia extranjera. SAIn aseguró haber sido testigo directo de tres situaciones de este tipo desde el 28 de marzo y culpó directamente al subdelegado del Gobierno, José María Arribas de permitir estas situaciones.
COMPAÑÍA INDESEADA
Al otro lado del SAIn, una docena de integrantes del Partido por la Libertad, que se autodefine de derechas, trató de boicotear la cita situándose a escasos metros de la concentración. Interrumpieron el discurso con silbatos y acudieron al lugar con pancartas de mano en las que se podían leer algunos mensajes como ‘No a la invasión, primero los de casa’. Allí estuvieron durante alrededor de unos 25 minutos. La cara de sorpresa de los turistas extranjeros que salían de la estación, para verla.