Arom Bait, una empresa de Salas de los Infantes que produce cebos artificiales para pescar a partir de productos naturales y biodegradables, recibió hace unos días de manos del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, uno de los premios Red Emprendeverde, que convoca la Fundación Biodiversidad. Un galardón que reconoce la producción respetuosa con el entorno que desarrolla esta empresa, que elabora un producto único en el mundo, que además de fabricarse de manera ecológica, también contribuye a mejorar el medio ambiente, ya que permite sustituir el cebo natural por uno artificial.
Según señaló Arias Cañete durante la entrega de premios, el Ministerio quiere poner de manifiesto con estos reconocimientos su apoyo a todos aquellos emprendedores que día a día luchan en nuestro país por abrirse paso en el mercado y que desarrollan su actividad en un marco de producción respetuoso con el entorno y que minimizan el consumo de los recursos naturales. «El objetivo es facilitar el contacto con los inversores, allanando el camino de búsqueda de vías para la financiación y apuntalando sus cimentos para que puedan crecer y generar el mayor número de empleos posibles», expuso el ministro.
Arom Bait fue uno de los proyectos que recibió un Premio en Especie dentro de la categoría ‘Empresa existente con antigüedad máxima de cinco años’ y que supone para los emprendedores salenses los siguientes apoyos: formación general o especializada, acompañamiento, alojamiento en incubadoras de empresas, asesoramientos especializados durante un determinado periodo en distintas áreas, participación en foros, encuentros con potenciales inversores y financiadores, participación en visitas a empresas ya consolidadas, participación en misiones empresariales o alojamiento en viveros de empresas.
En un primer paso, Sergio Juarros y Xenia Tomás, los dueños de Arom Bait, presentaron al Ministerio su proyecto desarrollado en papel, que fue seleccionado entre más de doscientas propuestas. Posteriormente, sólo 17 de los proyectos tuvieron la oportunidad de ser presentados de manera oral ante un jurado, en una exposición que apenas podía durar más de tres minutos y que fue durante el verano. «Aunque el premio no esté dotado de dinero nos anima a seguir luchando, es una dosis extra de orgullo. Confiamos en que sirva para encontrar inversores, ya que necesitamos ampliar la familia porque ahora estamos muy limitados. Precisamos de liquidez para ampliar la maquinaria y la red comercial, porque demanda del producto existe, pero si no hay financiación, no podemos crecer», señala Xenia Tomás, quien asegura que este premio es el mejor certificado que podían conseguir, ya que el propio Ministerio reconoce que el cebo es ecológico y biodegradable.
Su producto, que es único en el mundo, es sustituto de los cebos naturales y congelados, está patentado y se destina especialmente para las palangres y las nasas. Sus clientes principales están en Galicia aunque han exportado sus cebos a otras muchas partes del mundo, como Polonia, Córcega o Mauritania. La planta en la que trabajan en Salas, que es piloto y cuyas máquinas han sido diseñadas por el propio Sergio Juarros, produce hasta 2.500 kilos de cebo a la semana.