A iniciativa de la Asociación Cultural Peñas Santanas, los locales de las antiguas Escuelas de Rabanera del Pinar han sido escenario de una reunión de una treinta de representantes pertenecientes a catorce entidades socio-culturales de las localidades de Aldea del Pinar, Cabezón de la Sierra, Gete, Hacinas, Hontoria del Pinar, La Gallega, Mamolar, Moncalvillo, Navas de Pinar, Pinilla de los Barruecos y Rabanera del Pinar, expresando además su apoyo a la convocatoria las asociaciones culturales de Carazo y Castrillo de la Reina.
Durante más de dos horas, estos animadores culturales de la comarca de los ríos Lobos y Ciruelos, analizaron la realidad cultural de sus respectivas localidades, destacando la fuerte despoblación que sufren todas ellas, así como el elevado porcentaje de población muy mayor, las dificultades para movilizar la participación de los vecinos en los eventos culturales que se programan, la carencia de recursos económicos suficientes para impulsar programas socio-culturales más ambiciosos, el esfuerzo y sacrificio de unos pocos para, de manera totalmente altruista, entregar tiempo, dinero e ilusión, en el diseño de actividades culturales sencillas pero dignas y atractivas.
Desde estas entidades se destacó la necesidad de ofertar una programación cultural sostenida durante todo el año, que ofrezca servicios culturales de manera permanente a los habitantes de estos pequeños pueblos, y que al tiempo ejerza de foco de atracción al resto de la población que no reside de manera permanente en estas localidades. Los responsables culturales de estas pequeñas localidades del sur de la sierra, reivindicaron el derecho de los habitantes del medio rural y de los pequeños pueblos para disfrutar de una oferta suficiente de actividades, que les permitan convivir con sus vecinos, disponer de formas diferentes de disfrutar su ocio y avanzar en la formación personal.
Diseñar un calendario
Las asociaciones representadas son conscientes de la imposibilidad, hoy por hoy, de ofertar en todas estas localidades actividades culturales todos los meses del año, pero destacaron la posibilidad de ofrecer un amplio programa de eventos sociales y culturales compartidos entre todos esos pueblos, que se encuentran próximos geográficamente (bien comunicados por la N-234) y por su realidad social, su problemática, sus tradiciones y su identidad.
De esta manera podrán rentabilizar, tanto social como económicamente, los eventos culturales que se realicen, conseguir mayor asistencia y participación popular en los mismos, incrementar de forma significativa el número de actos, y estrechar los lazos de convivencia entre todas estas localidades. Todos valoraron muy positivamente el ejemplo organizativo y de resultados obtenidos por la experiencia similar impulsada en la zona de Tierra Lara.
Las conclusiones, entre las que se incluye una próxima reunión, pasan por diseñar un calendario compartido entre todas las asociaciones, de todos los eventos sociales y culturales que se realizan en estos pueblos, que les permita mejorar el grado de conocimiento y difusión de los mismos, incentivando la participación. Así mismo se estudiará la posibilidad de realizar actos de manera colectiva, itinerantes por todas las localidades y que se constituyan en un símbolo de la cooperación y unidad que desean para unos pueblos agobiados por los mismos problemas y dificultades.