El primero en 2012 fue la Junta de Traslaloma. Le siguió Espinosa de los Monteros y así hasta dieciocho municipios de los 25 que forman Las Merindades se fueron colgando el cartel del rechazo a la fractura hidráulica o fracking. En la mañana de ayer, el Ayuntamiento de Villarcayo se sumó al sentir generalizado de la comarca y aprobó con el consenso de los tres grupos municipales (PP, IM y PSOE), alcanzado a instancias de IM, un documento que declara su territorio ‘Libre de fracking’. La Corporación se comprometió a que el Ayuntamiento de Villarcayo utilizará «todos los instrumentos técnicos, administrativos y jurídicos que estén a su alcance para paralizar los permisos de investigación y extra-cción que pudieran solicitarse en su término municipal y que utilicen el fracking para la obtención de gas no convencional» procedente de la roca de pizarra.
La Corporación tomó esta decisión «como garantía de la salud de las personas y de la protección de nuestro medio ambiente y de los recursos naturales». Lo hizo a los pocos días de que estallase la polémica ante la carta enviada por la compañía BNKa una ganadera de Santa Cruz de Andino (Villarcayo), en la que le manifestaba la posibilidad de que una finca de 3,5 hectáreas le fuese expropiada y la invitaba a llegar a un acuerdo de compra. BNK reaccionó de inmediato, rectificó y aseguró que buscará suelo para realizar los pozos mediante el «diálogo».
Pero estos hechos y la cercanía de los estudios de impacto ambiental que la compañía presentará ante el Ministerio de Industria, una vez que cuente con el suelo necesario para los sondeos, han encendido las redes sociales esta semana. El Ayuntamiento de Villarcayo anunció también en su declaración institucional que incorporará a sus normas urbanísticas, en proceso de revisión, «todas las figuras posibles de protección del suelo rústico que impidan la implantación de esta técnica».
Ocupación
Las «interrogantes» que plantea el fracking «sobre la salud de las personas y sobre las afecciones al medio ambiente», así como «la posibilidad real de contaminación de los acuíferos subterráneos», son algunas de las cuestiones que motivan la declaración del Consistorio villarcayés. En su exposición de motivos también hace referencia a los posibles «movimientos sísmicos que podrían producirse», así como a la «alta ocupación del territorio que supone, dada la cantidad de pozos que deberían realizarse para optimizar la explotación, la necesidad de crear balsas para acumular el agua contaminada y el elevado tránsito de vehículos cisterna para evacuar el gas». Para la Corporación villarcayesa, estas cuestiones «hacen incompatible el fracking con los objetivos planteados por Europa para un modelo de desarrollo sostenible» y de ahí el rechazo.
No obstante, en la declaración, que será enviada a todas las instituciones, el Consistorio también pide a los ministerios que «desplacen personal técnico funcionario para informar a las administraciones locales y a la población sobre esta técnica».