La Dirección General de Tráfico (DGT) baraja implantar a «medio o largo plazo» la realización de una prueba teórica de conocimientos a los entre 2 o 3 millones de conductores españoles que cada año tienen que renovar su carné de conducir y a los que actualmente solo se somete a unas pruebas de capacitación psicofísica. Este cambio, según explicó ayer la directora general de la DGT, María Seguí, vendría facilitado por la nueva plataforma informática que se ha empezado a utilizar para realizar las pruebas teóricas para la obtención del carné de conducir.
Seguí, que ayer inauguró en Burgos la 42 Convención Internacional de Autoescuelas, cuestionó durante su intervención ante cerca de 400 profesionales venidos de toda España, Portugal e Iberoamérica, la validez de un permiso permanente de por vida, máxime cuando éste permite conducir en 58 países. Explicó que, en aras a mejorar la capacitación de los conductores a lo largo de toda su vida, es «legítimo cuestionar su formación y conocimientos», especialmente cuanto más tiempo ha transcurrido desde que superaron los exámenes de conducir. «Admito -se puso como ejemplo- que ni la máquina que conduzco hoy ni el entorno en el que circulo hoy tienen casi nada que ver con aquello que en su momento se me exigió como condición para obtener este permiso».
La responsable de la DGTse refirió a esta prueba teórica como un «momento de reflexión, de internalización y de mejora» ante la renovación del carné, sin apuntar las consecuencias que tendría el no superar las preguntas que se planteen o el coste que podría acarrear para los conductores. No obstante, sí advirtió de la oportunidad que puede abrirse para las autoescuelas, que han visto como la cifra de nuevos carnés al año (unos 500.000 en España) disminuye cada ejercicio por el propio descenso de la población.
Cambios
A la espera de que implante esta prueba, lo más inmediato ocurrirá a partir del 19 de enero, cuando entren en vigor los cambios en el modelo de examen práctico, que se suman a los que ya se han producido en el teórico. Así, la prueba ante el volante durará 25 minutos y el alumno conducirá de forma autónoma en los primeros 10 minutos, mientras que el examinador se incorporará al resto de la prueba guiando a su alumno hasta su terminación. Además, se incluirá una prueba de conducción eficiente y de cuidado del medio ambiente. «Creo que nos encaminamos hacia un examen más humano y más completo», apuntó el presidente de la Confederación Internacional de Autoescuelas (CNAE), que brindó toda la colaboración del colectivo al que representa en el nueva visión que la DGTestá planteando de la educación vial.
Por lo que respecta a la prueba teórica, la aplicación informática implantada por la DGT permite desde el pasado noviembre trabajar sobre un universo que alcanzará las 15.500 preguntas, que sustituye al de 800 que tradicionalmente eran memorizadas por los alumnos hasta ahora antes de someterse a los test. «El pull de preguntas seguirá ampliándose y será sometido a herramientas estadísticas que permitan descartar las más fáciles y enfocar y revisar su contenido en la dirección que nos parezca más pertinente como soluciones a diferentes situaciones».
Seguí insistió que en la nueva prueba «no habrá lugar para la memorización y sí para la interiorización de los principios que rigen la obtención del permiso de conducir». Burgos ha sido una ciudad piloto para probar los cambios que se implantarán en enero.