Aún no hay fecha fijada para la elección del nuevo abad del Monasterio de Silos, según confirmó ayer el propio Dom Clemente Serna, que hace unas semanas anunció su intención de dejar el cargo que ocupa desde junio de 1988, momentos antes de recibir al delegado de la Junta, Baudilio Fernández Mardomingo, que realizó una visita protocolaria al cenobio. El abad, que aprovechó para felicitarle por el nuevo cargo, explicó cómo será el procedimiento para elegir a su sucesor, que se iniciará cuando el abab del Monasterio de San Pedro de Solesmes, presidente de la congregación benedictina, llegue a Silos. «Viajará cuando él pueda y cuando lo crea oportuno. Será posteriormente a esa visita cuando tengan lugar las votaciones, ya que son los monjes los que decidirán», precisó.
El abad habló de dos de los proyectos en los que ha participado activamente a lo largo de estos años y que más le enorgullecen, como son el túnel que se construyó alrededor de Silos para así evitar que los camiones y coches circularan por la travesía de la localidad y la restauración del convento de San Francisco. «En su momento dije que o hacían el túnel o nos íbamos, y a la larga se ha visto que fue todo un acierto. Cuando lo propuse a la Junta se quedaron perplejos, pero enseguida se dieron cuenta de su importancia. Cuando los camiones pasaban junto a la iglesia hacían mucho ruido», explicó Dom Clemente Serna.
Respecto al convento de San Francisco, que estaba en ruinas y que hoy en día es una hospedería, el abad señaló que reconstruirlo era un sueño que tenía desde que lo vio por primera vez. «Va despacio pero con buena letra. Es un lugar perfecto para la reflexión, la tranquilidad y para encontrarse con uno mismo. Sólo recibimos felicitaciones de la gente que pasa por allí, ya que también hay habitaciones y comedor», afirmó Dom Clemente, que aseguró no tener ninguna espina clavada y que a partir de ahora sólo quiere poder disponer de tiempo para dedicarlo a oración y la meditación.
El delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo, se acercó ayer hasta Silos para realizar, dijo, una visita protocolaria al abad, con el que mantiene una estrecha vinculación. Mardomingo recordó que durante 7 años ejerció de veterinario en la villa «y conozco al abad antes de que lo fuera. Tenemos una buena relación y me siento muy unido tanto a él como a Silos. Hacía meses que no nos veíamos y este encuentro viene a reflejar una vez más que las relaciones entre la Junta y la abadía son magníficas». Recalcó que en un principio desde la Junta no se hará un homenaje público al abad tras su retirada.