Sonora pitada al ministro

I.E. / Burgos
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Unas 300 personas increpan en el Paseo de la Isla a Ruiz Gallardón y al resto de autoridades que acudieron al acto

a Policía Nacional desplegó un dispositivo especial para controlar a los manifestantes que se dieron cita a las puertas del Palacio. Montaron un cordón policial con el fin de proteger a las autoridades. Acudieron refuerzos de Valladolid. - Foto: DB/Miguel Ángel Valdivielso

Alberto Ruiz Gallardón llegó a Burgos a inaugurar todo un palacio de justicia, una buena noticia  a priori. Pero la crisis y, sobre todo, las medidas que tomó su Gobierno el pasado viernes, le convirtieron en blanco de la ira de los ciudadanos de la capital, que se agolparon a la entrada del Palacio de Justicia del Paseo de la Isla para recibirle con una sonora pitada e insultos.

A las 12 del mediodía estaba prevista su llegada, si bien se retrasó un cuarto de hora. Las autoridades invitadas al acto -políticas, militares y eclesiásticas- desfilaron por el Paseo de la Isla y fueron también objeto de la furia de los integrantes del colectivo ‘Stop Desahucios’, la CGT, los funcionarios de Justicia y ciudadanos anónimos que se unieron al barullo, en total unas 300 personas.

La climatología, un sol espléndido y unos 25 grados de temperatura, aconsejaban esperar al ministro en el exterior, al cobijo de una buena sombra, pero prefirieron el resguardo del edificio ante la cantidad de improperios que les llovieron desde el cordón policial establecido para proteger a las autoridades.

 Cuando el ministro se apeó del Audi A8 con cristales tintados que le condujo hasta el palacio la pitada se volvió más sonora y superó el minuto de duración. Un huevo le pasó cerca, pero no le acertó. Hasta su llegada, los manifestantes pronunciaron numerosos lemas contra los políticos que se dieron cita en el acto. «No hay pan para tanto chorizo», es un ejemplo.  Por si la proclama no era lo suficientemente audible, una mujer portaba ristras de este embutido. «Gallardón trabaja de peón», fue una de las muchas consignas que pronunciaron dedicadas al titular de Justicia, pues su apellido, todo hay que decirlo, se presta a múltiples rimas.

Los trabajadores de la Administración de Justicia portaban su  propia pancarta contra los recortes recientes aprobados por el Ejecutivo central y llevaban preparadas sus propias proclamas, como «Esto es un atraco, manos arriba» o «Rajoy, solo hay pasta para los de tu casta». Por cierto, uno de los manifestantes que también se desgañitó contra el ministro fue Raúl Salinero, concejal por IU en Burgos.

Todos los asistentes entraron por la puerta principal al palacio. Al salir, muchos eligieron la lateral, para sortear los gestos de rabia de los manifestantes. Todo hay que decirlo, Ruiz Gallardón se fue por el mismo sitio que llegó, aguantando el chaparrón. Expresó su «respeto» por las personas que protagonizaron las protestas.  Pero defendió el paquete de medidas aprobado por el Gobierno de la nación el  pasado viernes, ante una situación «excepcional». Reconoció que las medidas suponen un  «sacrificio temporal» para muchos ciudadanos, aunque insistió en  la «necesidad» de acometerlas, para que España salga de la complicada  coyuntura económica actual.