Muere un octogenario de Castrovido cuando cortaba leña con su familia

B. Antón / Castrovido
-

Amancio Arribas Cabezón, de 86 años, se golpeó en la cabeza tras caer al suelo, aunque no se ha podido determinar si resbaló accidentalmente o antes sufrió una indisposición

Vecinos de la víctima se encontraban en la misma zona que el fallecido cortando la suerte de roble que habían recibido y le auxiliaron de inmediato. - Foto: Azúa

Como otras muchas tardes, Amancio Arribas Cabezón, de 86 años, había ido al monte a cortar leña para luego poder utilizarla en su casa de Castrovido. Ayer, además, lo hizo acompañado de uno de sus  hijos, su nuera y un nieto, pero no regresó con ellos. Poco antes de las 17 horas, cuando se encontraba en una zona próxima al castillo de la población en la que residía, paraje denominado La Fuente El Hierro, se cayó al suelo mientras cortaba la suerte de roble que habían recibido los vecinos. Murió prácticamente en el acto.

Se desconoce si la víctima, vecino de este barrio de Salas de los Infantes, se resbaló o si sufrió algún tipo de mareo o indisposición previa. El caso es que al caer, se golpeó en la cabeza y se produjo una herida en la frente, apreciable a simple vista, que le pudo causar la muerte inmediata, como indicó uno de los familiares de la víctima, aunque serán los forenses delInstituto de Medicina Legal de Burgos los que determinen en la autopsia las circunstancias exactas del deceso.

Oyeron y avisaron al 112

Según relataba poco después del trágico suceso una vecina de Castrovido, en esa misma zona se encontraban ayer otras personas, que se afanaban también en cortar la suerte de roble cuando oyeron al hijo del fallecido gritar que su padre se había caído. Fueron ellos los que dieron el aviso al Servicio de Emergencias Castilla y León 112, aunque cuando se acercaron hasta el lugar donde yacía tendido Amancio Arribas ya vieron que nada iban a poder hacer por salvar su vida.

Hasta Castrovido se desplazaron para atender la llamada de emergencia miembros de Sacyl con base en Salas de los Infantes y efectivos de la Guardia Civil, pero sólo pudieron certificar su muerte y esperar a que el juez llegase para proceder al levantamiento del cadáver.

La víctima tenía fijada su residencia habitual en Castrovido, junto a su mujer y alguno de sus hijos. Además, durante estos días de Navidad, estaba acompañado de más familiares, varios nietos incluidos, según explicaron fuentes vecinales.