El Hospital Universitario de Burgos (HUBU) ha reconsiderado su decisión de prescindir del equipo de cuidados paliativos que en 2011 y en virtud de un convenio de la Consejería de Sanidad, había ‘heredado’ de la Asociación Española contra el Cáncer. Como se recordará, el 31 de diciembre se había rescindido el contrato de la médica y la enfermera había pasado, por seis meses, a otro servicio. Ambas visitaban a pacientes oncológicos terminales y dependían funcionalmente de Atención Primaria (a pesar de que era el hospital quien firmaba sus contratos), razón con la que desde el hospital se justificó la desaparición de sus funciones.
La intervención de la Asociación Española contra el Cáncer ha resulta extremadamente vital en este cambio de criterio. El presidente de la entidad, Enrique Plaza, reconoció a este periódico sentirse «sorprendido» por esta decisión debido a que el equipo de paliativos se había traspasado a la sanidad pública en virtud de un acuerdo «no solo de alcance regional sino también nacional» y fue él mismo quien se dirigió ayer al gerente del HUBU, Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso, para hablar sobre el asunto y conocer los pormenores de lo ocurrido.
Durante esa conversación, Ortiz de Valdivielso le informó a Plaza de la intención del hospital de volver a contratar a la médica y, en definitiva, de retomar el servicio que se estaba prestando tanto a los pacientes oncológicos como a sus familias (unos 200 casos al año se ven) ya que estas profesionales ofrecen una atención completa a quienes están pasando por esa difícil situación. La directora médica del HUBU, Carmen Rodríguez Pajares, explicó a este periódico, que actualmente se está a la espera de que desde la Gerencia de Sacyl, en Valladolid, se autorice la realización del contrato de esta facultativa y que, durante el tiempo que pase hasta que se formalice, el servicio se seguirá prestando desde el hospital aunque no a las personas que viven en las localidades de la provincia.
Por su parte, Sanidad Pública Sí expresó ayer su satisfacción por el hecho de que se haya dado marcha atrás en una decisión que este colectivo en defensa de la sanidad pública había deplorado y criticado duramente a través de las redes sociales. Fue su presidente, Juan Antonio Ayllón, médico de Atención Primaria, quien denunció que cuando se acordó prescindir del equipo de paliativos se hizo, a su juicio, «desde la ignorancia y el economicismo porque el único afán que guía a los gestores que toman las decisiones es el de recortar y recortar sin saber exactamente qué es lo que hacían porque el servicio específico que presta el equipo de paliativos no tiene que ver con lo que hace Hospitalización a Domicilio».
Por otro lado, Ayllón destacó «la extraordinaria labor» que realizan las profesionales de cuidados paliativos y lo necesario que resulta un servicio de estas características para la población.