Vecinos de Sasamón denuncian el deterioro del puente de San Miguel

I.P. / Burgos
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La presencia de un árbol en uno de los ojos está desplazando las piedras del eje central, con el riesgo de derrumbe. Piden que se acordone por seguridad y que se acometa su consolidación

El tronco del árbol está haciendo presión y desplazando las piedras a la vez que se provocan socavones internos. - Foto: J.S.

La situación de deterioro del puente medieval de San Miguel, no es nueva, pero sí cada vez más alarmante. A las riadas del pasado año que le cubrieron por completo aumentando el ya de por sí riesgo de derrumbes, se unen los problemas que está causando en el arco de uno de los ojos un árbol que echa sus raíces en la profundidad de sus aguas.

Alarmados por el efecto visual y las consecuencias en la estructura del puente, algunos vecinos y oriundos de Sasamón han decidido lanzar un SOS, incluso a través de las redes sociales, para que la Junta de Castilla y León, a través de la Dirección General de Patrimonio, tome cartas en el asunto y consolide el puente, uno de los tres medievales de relevancia en la villa segisamonense, junto al de Trisla y Puente Nueva. No es la primera vez que se inicia una campaña para salvar no solo este puente de San Miguel -que la Asociación  Hispania Nostra incluyó el año pasado en su ‘lista roja’, sino otros monumentos de la villa, como la  Colegiata de Santa María la Real.

      El problema del puente medieval está en uno de los ojos, que se está viendo alterado por el empuje que ejerce el tronco de un árbol que está desplazando desde el pilar hacia la parte derecha las piedras del arco, con lo que la clave del arco está prácticamente encima de la curvatura de la margen derecha. Alertados por esta situación, dos jóvenes de la villa, Jorge Santamaría y Daniel Peña han iniciado una campaña pidiendo que se adopten medidas porque de no ser así, hay riesgos serios de que ese ojo acabe hundido ya que al desplazarse la sillería se van abriendo agujeros que desestabilizan la estructura. La otra cara del puente está bien, pero de no tomar medidas, toda la estructura acabará perjudicada.

Ese tronco que está perjudicando el puente lleva décadas en ese emplazamiento. Según explica Jorge Santamaría, licenciado en Historia por la UBU, mientras el tronco está desplazando de su punto las piedras, a su vez, cabe la posibilidad de que las raíces estén sujetando los pilares, de ahí que quitar el árbol de raíz podría resultar perjudicial. Además, es más que probable que hubiera que desmontar el puente. De ahí, que lo primero que cabe esperar de los organismos competentes es un estudio riguroso para ver cuáles son las mejores opciones para acometer la consolidación y afianzamiento de ese ojo y evitar que se sigan moviendo las piedras.

Ante el inminente peligro, Daniel Peña, abogado, pidió la semana pasada que se acordone para evitar alguna desgracia. Este puente sobre el Brullés no se transita habitual, ya que ni siquiera es zona de servidumbre. Además de esa petición, Jorge Santamaría presentó un escrito al Defensor del Pueblo que su amigo Dani hizo extensiva al Procurador del Común, mientras la campaña para salvar el puente se ha extendido a las redes sociales.

La preocupación por el patrimonio se hace extensiva a la iglesia de santa María la Real y la parte trasera del claustro. Cabe recordar que ésta está pendiente del proyecto para acometer obras de restauración de cara a albergar el proyecto Cuatro Villas de Amaya.