El CSN reitera que la decisión de operar Garoña 60 años es «política»

DB / Madrid
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El presidente del regulador nuclear, Fernando Martí, afirmó ayer que con Garoña «ha actuado y actuará con todo el rigor técnico y la máxima transparencia e independencia»

El futuro de Garoña suscita constantes debates en el Congreso de los Diputados o el Senado. - Foto: Luis López Araico

El presidente del CSN, Fernando Martí, defendió ayer en su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados que los integrantes de este organismo «no podemos entrar en dinámicas de políticas energéticas» y reiteró que la decisión sobre si Garoña podrá seguir en funcionamiento durante sesenta años, tal y como solicitó el pasado mes de mayo la empresa Nuclenor, es «política».

Varios diputados de la oposición pusieron en tela de juicio el hecho de que Santa María de Garoña pueda optar a operar durante 60 años, dado que su titular solicitó una autorización hasta 20131 el pasado mes de mayo. «El debate de pasar de 40 a 60 años es un debate de política y de mix energético en el cual el CSN no puede entrar. Sólo en que si a los 40, 45 o 50 años hay o no seguridad en la planta. (...) Lo que no podemos meternos es en política energética. El CSN hace que sea seguro lo que propone el Gobierno o los reguladores y no se puede entrar en dinámicas de política energética», señaló Fernando Martí ante las preguntas de los diputados.

Asimismo, el máximo representante del CSN, quien repasó la actividad del organismo durante el año 2013, afirmó que «ha actuado y actuará en este asunto -en referencia a Garoña- como en todas ocasiones, esto es, con el rigor técnico y la máxima independencia y transparencia». En este momento, Fernando Martí explicó que el CSN está en fase de recepción de toda la información de Santa María de Garoña y de decidir qué inspecciones se van a realizar en la vasija de su reactor para después acordar los requerimientos finales a la empresa titular de la planta. En la jornada del martes, el portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, que también pasó por la Comisión de Industria en el Congreso, cifraba en 200 millones de euros las inversiones necesarias para que la planta del Valle de Tobalina supere todas las exigencias ya conocidas del CSN y de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Martí, quien recordó que Garoña se encuentra «en condición de parada y con todo su combustible en piscina», un proceso en el que «se está garantizando la seguridad siempre», rechazó haber recibido presiones ni del Gobierno ni de ningún otro sector. Asimismo, el presidente del CSN destacó que con la planta burgalesa, siempre, «el nivel de exigencia es completo».

Sobre la actividad de la institución en 2013, Martí destacó «el correcto comportamiento» de las instalaciones reguladas por el CSN, no habiendo supuesto ningún riesgo ni para las personas ni para el medio ambiente. El presidente del organismo regulador certificó también que la calidad radiológica del medio ambiente en 2013 se mantuvo dentro de la normalidad, tanto en el entorno de las instalaciones nucleares como en el territorio nacional.