Los desencuentros y discrepancias entre el personal científico y técnico y los departamentos de recursos humanos y gerencia han vuelto a abrir una crisis en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) similar a la vivida en 2009.
Los primeros denuncian que se está gestionando el centro como si fuera una empresa sin tener en cuenta los criterios científicos y se está «persiguiendo» al personal creando un mal clima laboral que en nada contribuye al buen desarrollo de su labor investigadora. Al menos cuatro personas han necesitado tratamiento psicológico y se han producido dos despidos de personal de los departamentos de recepción y gestión económica.
Esta situación está provocando el malestar del colectivo y así se lo han traslado al director, Alfredo Pérez-González, con el que hoy mismo mantendrán una reunión para intentar solucionar la situación planteada. Una fuente consultada es así de gráfica al asegurar que «se está gestionando el Cenieh como si fuera una fábrica de recambios de automóvil y no hay sensibilidad alguna hacia los contenidos científicos».
Al parecer, la gota que ha colmado el vaso ha sido exigir a los investigadores que usaran sus días de vacaciones para participar en la campaña de excavaciones de Atapuerca al entender que no formaba parte de su trabajo en el Cenieh. Esta pretensión ya se produjo el año pasado y éste ha vuelto a repetirse, lo que ha obligado a los codirectores a emitir certificados de las horas que cada uno de ellos dedicaba a excavar y en qué yacimiento. Una situación similar se le exigió a otro científico cuando quiso participar en una investigación que requería pasar varias semanas en un buque oceanográfico en Japón para tomar muestras con las estudiar los terremotos.
El personal carga las tintas contra la responsable de Recursos Humanos, Carmen Gutiérrez, y el gerente, Carlos de Quevedo, a quienes acusan de ver como «competencia» todo lo relacionado con Atapuerca e, incluso, al Museo de la Evolución Humana. «Atapuerca ha generado su propio centro de investigación, que es el Cenieh, al que quieren venir los mejores científicos aunque luego cuando vienen se dan cuenta de la situación. No existiría el Cenieh sin Atapuerca. También es lógica la estrecha colaboración con el MEHpara la conservación de los fósiles y hasta hace dos meses no se ha firmado el convenio», lamentaron fuentes próximas a los afectados.
El mal clima laboral está provocando mucho desánimo entre científicos y técnicos y muchos de ellos estarían dispuestos a marcharse a otros centros si pudieran. «La gente no trabaja a gusto, pero la situación laboral está como está», añadieron las mismas fuentes.
El Cenieh se gestiona por medio de un consorcio integrado al 50% por el Estado, a través del Ministerio de Economía y Competitividad, y por la Junta, a través de la Consejería de Educación. El personal no entiende cómo la Comisión Ejecutiva está permitiendo esta situación.
En el centro trabajan en la actualidad 46 personas, de las que 16 son científicos y el resto técnicos y personal de administración.