Ante los rumores que indicaban la supresión del servicio de tarde en la línea de autobús entre Fresneda de la Sierra Tirón y Burgos, gestionada por la empresa Alsa, se ha producido un movimiento de indignación entre los usuarios y vecinos de la docena de poblaciones que atraviesa su recorrido. Esta indignación ha crecido exponencialmente, cuando a lo largo de la última semana se informó que esta eliminación se extendía a los martes, jueves y sábados. Es decir, con el nuevo planteamiento propuesto por la empresa, el servicio se iniciaría en Fresneda a las 7,45 horas, para tener el regreso desde Burgos a las 13,30 horas, y reducido a tan sólo los lunes, miércoles y viernes.
Por tanto, esta reestructuración supondría una disminución del 73 por ciento del servicio. Esta supresión, afectaría principalmente a usuarios que no disponen de otras alternativas para su desplazamiento a la capital de la provincia y que, sin embargo, deben acudir obligatoriamente a consultas médicas, impartición de clases, gestiones administrativas de muy diverso tipo, etcétera. Son por tanto los ciudadanos más endebles por lo que respecta a la movilidad, como jubilados, estudiantes, o discapacitados, los que sufrirían en mayor medida la supresión proyectada.
Este recorte en las líneas afectaría a las localidades de Fresneda de la Sierra, San Vicente del Valle, Santa Olalla, Espinosa del Monte en Rioja, San Clemente, Villagalijo, Pradoluengo, Santa Cruz del Valle Urbión, Garganchón, Valmala, Rábanos, Villamudria, Alarcia, poblado del pantano de Úzquiza, Villasur de Herreros, Arlanzón, Ibeas de Juarros, urbanización Los Tomillares y Castañares.
Aunque la línea parece ser deficitaria y se mantiene gracias a una subvención del gobierno regional, el recorte se une al de varios servicios básicos que se están eliminando en esta zona rural, duramente castigada por la despoblación y la crisis económica, y se añade a otros elementos restrictivos que pueden provocar la desertización total del territorio en menos de una década.
CARTAS DEL AYUNTAMIENTO
Ante este planteamiento en el que tan sólo cabe la rentabilidad económica frente a la social, el Ayuntamiento de Pradoluengo ha dirigido sendas cartas al Director General de Transportes de la Junta de Castilla y León, José Antonio Cabrejas, y al jefe de Tráfico de la empresa Alsa en Burgos, solicitando que mientras no se produzca la aprobación de los nuevos horarios que se pretenden imponer, se mantengan los itinerarios habituales. Las misivas, firmadas por la alcaldesa de Pradoluengo y diputada provincial de la zona afectada, Raquel Contreras, indican que esta desaparición supondría que los usuarios no podrían hacer un uso racional ni efectivo del servicio, ya que las pocas horas en las que los viajeros podrían permanecer en Burgos, les imposibilitaría realizar las gestiones oportunas.
También se señala que, tras más de cien años de servicio continuado de esta línea, las personas mayores que utilizan este autobús quedarían sin posibilidad alguna de desplazamiento, añadiendo a este colectivo el de los estudiantes que semanalmente se desplazan a su residencia familiar.
Para el ayuntamiento este autobús es imprescindible, máxime teniendo en cuenta la localización orográfica de las poblaciones afectadas. Además del Ayuntamiento pradoluenguino, otros consistorios de la zona han manifestado su total oposición a la medida, al igual que ocurre entre las distintas asociaciones y colectivos sociales de la comarca, quienes estudian la posibilidad de emprender movilizaciones de protesta ante las administraciones competentes.