El equipo de gobierno del Ayuntamiento arandino no tira la toalla en su intención de legalizar la situación en la que se encuentra la plaza de toros Ribera del Duero, y hacerlo por el método que menos tiempo lleve para evitar que la feria septembrina se vuelva a suspender por falta de un lugar donde desarrollarla, como sucedió el año pasado. Con la vista puesta en el 31 de marzo, fecha límite que se ha marcado el tripartito para tomar una decisión definitiva sobre cómo actuar en este asunto, este ‘culebrón’ da un nuevo giro argumental que añade una alternativa al diagrama de flujo que se estaba siguiendo hasta el momento.
Antes de la reunión que mantendrán el próximo lunes el edil de Obras, José Ignacio Díez, y el de Festejos, Daniel Herrero, este último concejal ha apuntado la posibilidad de incluir una nueva opción a valorar. Según el diagrama de flujo, al no existir propuesta de legalización por parte de Toros Ricor, ni el pago por parte del empresario de los 350.000 euros que le reclama el Ayuntamiento antes del 15 de junio de 2012, ni mucho menos haber presentado la empresa un proyecto de legalización del coso, las opciones que restan son la resolución del contrato o bien pactada o bien en el ámbito judicial.
Sin llegar a este punto, Herrero aboga por «una opción para intentar tener la licencia lo antes posible». «Vamos a ver si se puede convencer al empresario si puede rematar todo lo que tiene que rematar, basándonos en el informe jurídico del letrado urbanista y en el informe de contratación. No es volver a lo que se ha hecho hasta ahora, sino es una ultima opción a ver si, antes de ir a la vía judicial, queda alguna otra opción para legalizar la plaza sin tener que recurrir a esos trámites judiciales», explica el concejal de Festejos.
Este «pequeño paso atrás», como lo denomina Herrero, lo justifica él mismo recordando que acaba de hacerse cargo de la Concejalía, ya que tomó posesión de su sillón de edil en julio de 2012, y quiere agotar todas las opciones negociadas. «Dado que yo he entrado nuevo en este asunto, hay que darle ese margen de exprimir la última gota antes de ver que ya definitivamente se sigue lo que queda del diagrama de flujo, que sigue vigente al 100%», declara Daniel Herrero, que reconoce que en los cinco meses que lleva al frente de la Concejalía de Festejos no ha tenido ningún contacto con el empresario, ni siquiera le conoce en persona.
Además de esta novedosa opción de negociar in extremis, Herrero mantiene la misma fecha que apuntó su compañero del equipo de gobierno, el edil de Obras, del 31 de marzo como día marcado en el calendario para tomar una decisión definitiva sobre qué opción se elige para buscar el final del conflicto entre Toros Ricor y el Consistorio arandino. «Haremos los planteamientos, a ver cuál es el que más interesa a los arandinos y al Ayuntamiento, siempre con el fin de intentar tener la plaza legalizada lo antes posible y poner unos plazos para que no se nos echen las fechas encima y prever que haya toros este año», declara Daniel Herrero, con la esperanza aún de poder cumplir esta intención personal.