El seleccionador nacional de Fútbol, Vicente del Bosque, se comprometió a defender la Comunidad allá por donde vaya, como lo ha hecho estos años, y recordó que el deporte en España y en la Comunidad ha progresado en paralelo al crecimiento autonómico en estos 30 años de historia, desde que en 1983 las nueve provincias «decidieron convertirse en un territorio que hunde sus raíces en Castilla y León».

 

El entrenador salmantino explicó que la autonomía «está al mismo nivel que otras comunidades» en todos los ámbitos de vida, «con las mismas dificultades que el resto», y agradeció la distinción que supone la Medalla de Oro del Parlamento regional, «más cuando se trata de un hijo de esta tierra que le ha visto nacer». «Me siento muy feliz», detalló.

 

Tras recordar a su «amigo» José María Martín Patino, manifestó que en los últimos días ha revisado los anteriores galardonados con este mérito de las Cortes, como el propio Rey de España, las Cortes Generales, el Ayuntamiento de Salamanca, la Real Colegiata de San Isidoro de León, los expresidentes de las Cortes y de la Junta y la Diputación de Valladolid y el Ayuntamiento de Fuensaldaña.

 

«Yo al fin y al cabo solo soy un entrenador de fútbol», dijo con humildad, para añadir que los méritos «no son comparables», por lo que reafirmó su agradecimiento por que la Mesa de las Cortes haya pensado en su persona.

 

En todo caso, explicó, ante un hemiciclo abarrotado de autoridades institucionales, militares y políticas, que este premio tiene un componente colectivo representado en su persona, «pues cuando se trata de un equipo, es más fácil galardonar a uno que a 24». «Sin los jugadores jamás habríamos logrado los éxitos de estos años», en referencia al Mundial y la Eurocopa de Fútbol obtenidos por el salmantino. Además, destacó el apoyo de la sociedad y ensalzó la importancia adquirida «día a día» por el deporte rey en el último lustro.

 

Del Bosque, quien reiteró que siempre presume de ser «salmantino, castellano y español», ensalzó que Castilla y León «ha crecido con España», también lo ha hecho la «sociedad civil», capítulo en el que remarcó la actividad en tres décadas de sindicatos, empresarios, oenegés, organizaciones religiosas, clubes y federaciones deportivas.

 

En este sentido, sostuvo que el deporte ha avanzado no solo a nivel profesional, sino en el ámbito amateur, algo logrado gracias a la «oportunidad abierta a la práctica para todas las personas». A su juicio, esto se debe a las inversiones en infraestructuras deportivas por parte de las administraciones, principalmente ayuntamientos.