La Policía imputa 14 robos a la empleada de hogar, que está en libertad

I. Elices / Burgos
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Hasta la Comisaría siguen acudiendo víctimas de los hurtos que cometió esta mujer cuando trabajaba en casas de ancianos

A la limpiadora que detuvo la semana pasada la Policía Nacional por robar dinero y objetos de valor en los pisos de los ancianos donde trabajaba le salen víctimas de debajo de la tierra. Muchas de las personas mayores que contrataron los servicios de la empresa para la que trabajaba no denunciaron los robos, bien porque no estaba seguras de que había sido ella o bien porque ni siquiera se habían dado cuenta. Al leer la noticia en Diario de Burgos, algunos han hecho recuento y han apreciado que les faltan cosas. Por lo menos, M.N.O.P. es responsable de robar en 14 domicilios y la Comisaría investiga su implicación en un decimoquinto caso que acaba de denunciarse. Ha estado empleada en 24 casas de Burgos. Por tanto, la Policía Nacional no descarta que en las próximas semanas acudan a la Comisaría más afectados que ahora se den cuenta de que les falta algún efecto de valor en casa.

No obstante, está en libertad, pues el juzgado de Instrucción número 4, de guardia el día 6 de agosto, cuando fue detenida, considera que no existe riesgo de fuga mientras se completan las diligencias para llevar a la mujer a juicio.

La ladrona, de origen sudamericano, trabajaba desde 2005 como limpiadora para una empresa de la ciudad. En ese periodo, sus responsables llegaron a incoar a la sospechosa hasta tres expedientes sancionadores, que tuvieron que archivar sin castigo ante la falta de pruebas de su participación directa en los hechos que relataban las víctimas o, mayoritariamente, sus familiares.

Tras una denuncia

La investigación de la Comisaría partió de la denuncia de una anciana. En muchos casos los ancianos no reparaban, por su enfermedad, en las sustracciones o cuando comentaban los hechos a sus allegados, éstos achacaban la desaparición del dinero o de los efectos a pérdidas accidentales o a despistes relacionados con la edad o el deterioro cognitivo de los perjudicados. Según la detenida, los robos en los domicilios comenzaron hace unos tres años, motivada supuestamente por la necesidad de obtener dinero para mantener a sus hijos, y siendo consciente de que sus víctimas eran personas con dificultades físicas y psíquicas, lo que dificultaba que descubrieran que les robaba en sus propias habitaciones y cajones.

La cantidad obtenida con la venta al peso de las joyas sustraídas en los domicilios supera los 5.100 euros, aunque a esta cantidad habría que añadir el dinero en metálico sustraído durante todos estos meses, que Comisaría no se atreve a cuantificar. La empleada del hogar se valía de la posición de clara inferioridad de sus víctimas para campar a sus anchas por las casas y sustraer los objetos de más valor.