Pequeños emprendedores en Aspanias

Gadea G. Ubierna / Burgos
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Ocho alumnos de FP del centro de Puentesaúco constituyen una cooperativa de productos de la huerta de semilla ecológica y maceta biodegradable • El objetivo es enseñarles a desenvolverse en situaciones poco frecuentes

‘La huerta al natural’ es el nombre de la cooperativa recién constituida por ocho alumnos del ciclo de FP Jardinería y Composición Floral del centro educativo Puentesáuco (gestionado por Aspanias y ubicado en el G-3) con un capital inicial de 80 euros, diez cada uno. El programa que convoca cada año Cajaviva Caja Rural para fomentar la iniciativa empresarial entre los jóvenes ha sido la excusa perfecta para lanzarse a una aventura inédita en los veinte años de historia del centro y cuyo único objetivo es enseñar a los nuevos cooperativistas a desenvolverse en situaciones poco frecuentes hasta ahora para ellos, pero factibles en un futuro autónomo.
El trabajo hasta ahora ha sido burocrático, pero hace ya unas semanas que la delegación territorial de Trabajo de la Junta aprobó la cooperativa y, a falta de rematar algunos flecos administrativos, en enero comenzará el trabajo de invernadero. Después de muchas horas de conversación con los profesores Alberto Alzorriz, Conchi Camarero y María Izquierdo, los jóvenes empresarios decidieron empezar con dos productos que tienen buena salida entre los horticultores y con los que están familiarizados: tomate y pimiento italiano. Más adelante, quizá, amplíen la producción a calabacines u otros artículos de características semejantes. Sin embargo, a la hora de definir cuál iba a ser el objetivo de ‘La huerta al natural’, también se puso sobre la mesa la necesidad de diferenciarse de otros  competidores en el sector, algo que harán ofreciendo plantones de semilla ecológica en envases biodegradables. Es decir, que el horticultor podrá plantarlo directamente en la huerta sin necesidad de trasplantar, porque la maceta se descompone en abono.
Cuánto producto sacarán al mercado y qué rendimiento esperan sacar de su inversión inicial (que en breve tendrán que ampliar con un préstamo que deberán negociar ellos en Cajaviva) son cuestiones aún por decidir, pero secundarias. Los profesores y el director del centro, Juan José Rodríguez, explican que «antes hay otras cosas más importantes: el aprendizaje y el trabajo en equipo a partir de las capacidades diversas». 
 
Cada uno a su puesto.
‘La huerta al natural’ no es una excepción y el trabajo de cada uno cuenta de cara al resultado final. De ahí que los ocho hayan decidido juntos quién debía ocupar cada cargo de acuerdo a sus habilidades. Así, la capacidad de Nerea Ubierna de hacer autocrítica y aprender de los errores la convirtieron en presidenta; la buena mano de Miguel Antonio Montesinos con las cuentas lo colocaron en el papel de interventor; la escritura de Sandra Castañeda hicieron de ella la mejor secretaria y la actitud tranquila de Cristian Omar Rodríguez en momentos de tensión le  postuló como vocal. En el equipo los acompañan Borja Díez, Aliona Benito y Brian Stevens Ortiz como responsables de publicidad, y Pedro Paraíso al frente de las ventas.
Todos ellos se han puesto a prueba en un proyecto que precedió a la cooperativa oficial: una conservera de muy reducido tamaño cuyas mermeladas sacaron al mercado hace unos días entre familiares y conocidos. «Lo mejor fue estar frente a la gente, pero tenemos que controlar el tema de los nervios», destacan varios al unísono. En mayo se verá si lo han conseguido.