La integración de Banca Cívica en Caixabank era una «opción barajada» el pasado martes en Pamplona -durante el significativo encuentro entre la alcaldesa, Yolanda Barcina, y el presidente de la entidad catalana, Isidro Fainé- y ha terminado la semana como la opción más posible en el seno del grupo al que pertenece Caja de Burgos. De hecho, en la Casa del Cordón se espera desde hace días -eso sí, respetando los tiempos y protocolos del mercado bursátil- el anuncio público del inicio de conversaciones entre ambas partes, lo que supondría un cambio de rumbo en Banca Cívica al integrarse en el tercer grupo bancario nacional, que reuniría un activo total de 342.618 millones de euros, por encima de lo que BBVA y Santander tiene ahora en España.
La posible integración con la entidad catalana es vista además con buenos ojos desde Burgos, ya que despeja incertidumbres sobre la deriva del grupo encabezado por Cajasol y la CAN; aleja el temor a una unión traumática con Cajacírculo-Caja3; e incorporaría a la antigua caja local a un grupo de referencia en el ranking financiero nacional, con fortaleza suficiente para soportar mejor la crisis y con los beneficios que ello puede traer a los clientes particulares y empresas.
«Tres líneas abiertas»
Desde Banca Cívica ayer se limitaban a confirmar que tienen hasta «tres líneas abiertas» de negociaciones y conversaciones con otras entidades financieras para procurar una integración y cumplir la segunda fase de reestructuración necesaria del sistema financiero. Así, la entidad «está viendo y analizando números internos» con vistas a que, «en el caso de que se cerrar alguna operación tener los datos preparados».
Fuentes del sector conocedoras del caso han precisado a Europa Press que Banca Cívica «como otras entidades del sector» está «viendo, observando y mirando las oportunidades que se están produciendo en esta segunda ronda de fusiones».
En ese punto, han agregado que «hay más de una línea abierta», tras lo que han precisado que hay «hasta tres líneas de trabajo abiertas», aunque insisten en que «todavía no hay nada cerrado».
La Caixa, insisten, es «una opción» que las entidades financieras «están valorando, al igual que otras muchas». Los próximos días son claves para conocer el destino de Banca Cívica y Caja Burgos.