Fomento esgrime el ahorro para no llevar el AVE hasta la estación

H. Jiménez / Burgos
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El Ministerio explica a Lacalle que el cambiador de vía en Quintanilleja forma parte de un plan general de recortes, pero el alcalde le exige su rectificación: «No admitiremos otra cosa»

ADIF ha planteado el final efectivo de la línea de alta velocidad junto a esta estación de Quintanilla de las Carretas. - Foto: Jesús J. Matías

Javier Lacalle pudo constatar ayer de primera mano ante altos cargos del Ministerio de Fomento que las previsiones iniciales de la línea de alta velocidad entre Valladolid y Burgos colocan el cambiador de ancho de vía en Quintanilleja, a 15 kilómetros al sur de la capital.

Este periódico publicó el domingo la intención del ADIF de ubicar junto a Quintanilla de las Carretas el dispositivo que permitirá a los Alvia proseguir su camino hacia el norte en tanto en cuanto no esté listo el tramo Burgos-Vitoria (para el que no hay fecha de referencia). Colocarlo en la estación Rosa de Lima, o unos metros más al norte de ella, era imprescindible para garantizar la continuidad de trenes mixtos, pero su situación lejos de la ciudad impediría la llegada de trenes exclusivos de alta velocidad y conllevaría una pérdida en los tiempos de viaje porque el paso por el cambiador exige reducir la velocidad hasta los 15 kilómetros por hora.

El lunes la Subdelegación del Gobierno admitía que sería más operativo trasladar ese cambiador al norte de Rosa de Lima, dando por hecho que la decisión existía aunque no sea definitiva. Y ayer responsables ministeriales se lo reconocieron en persona al alcalde.

El regidor se entrevistó en Madrid y le explicaron (según su versión) que el cambiador de Quintanilleja se ha barajado «como fórmula para ahorrar una parte del gasto», el que supondría adaptar la variante de la capital y la estación a la alta velocidad. Sin entrar en cifras concretas, el alcalde asegura que «todo dinero es importante, pero hablaríamos de cifras mínimas respecto a la enorme inversión necesaria para la línea». Entre Valladolid y Burgos se estiman un total de 1.200 millones.

Tras confirmar sus peores presagios, el máximo responsable municipal se muestra contundente en su rechazo a la pretensión del Ministerio: «Entiendo que son necesarios ajustes, pero alejar el cambiador de Burgos no tiene justificación y no admitiremos otra cosa que su traslado a la estación o unos metros al norte».

Javier Lacalle anuncia que hoy mismo se dirigirá por escrito a la ministra de Fomento, Ana Pastor, además de adoptar un acuerdo formal en la Junta de Gobierno de mañana jueves, y su intención de «convocar a otras instituciones o entidades», de forma similar a como ya se hizo con la Plataforma en Defensa del Tribunal Superior de Justicia, para tratar de aunar una única voz en la ciudad.

El Ayuntamiento esgrimirá ante el ejecutivo estatal que la variante de la ciudad ya se construyó pensando en la alta velocidad, y de hecho en una de sus dos vías se colocaron traviesas polivalentes que ahora podrían adecuarse al AVE con una operación relativamente sencilla. «El objetivo irrenunciable es 1 hora y 20 minutos de tiempo de viaje hasta Madrid, y vamos a insistir en ello. Removeremos Roma con Santiago», recalcó Lacalle.

‘Abordaje’

A la ministra. Horas después de la entrevista del alcalde con altos cargos de Fomento, los tres senadores del PP por Burgos (Jaime Mateu, Begoña Contreras y Alfredo González) aprovechaban la presencia de la ministra en el Senado para preguntarle en un pasillo por la polémica del cambiador. Según fuentes del PP burgalés, la ministra hizo algunas consultas telefónicas y les aseguró que buscará una solución, aunque les emplazó a una reunión que hoy mismo podrían mantener con el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, para aclarar detalles técnicos.