Eucharistia, la décimo novena edición de Las Edades del Hombre que se celebrará en la capital ribereña entre mayo y noviembre, tendrá definitivamente dos sedes, las iglesias de Santa María y San Juan, de forma independiente de la aportación económica que realice el Ayuntamiento. Así lo confirmó ayer el secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, en una comparecencia pública en la que anunció que la decisión se había adoptado hace solo «dos o tres días» y la propia alcaldesa, Raquel González, la conocía en ese momento. «Visto el ambiente que se había generado y las discusiones, nos parecía que no tenía ningún sentido y lo que tenemos que hacer es una excelente exposición y ayudar a que Aranda tenga un año espléndido tanto desde un punto de vista de imagen, como económico, de turismo y religioso», dijo.
Jiménez indicó que para mantener las dos ubicaciones, y ante la incertidumbre de la aportación municipal, han tenido que realizar algunos ajustes en el planteamiento inicial. Algo que, en ningún caso, se notará en una reducción del número de piezas que se mostrarán, -siguen siendo entre 120 y 130- en la estructura de la muestra -se mantienen los cuatro capítulos- ni en el itinerario escultórico que se pretende crear para dar continuidad a las dos sedes.
Sí que lo apreciarán, sin embargo, los arandinos que decidan visitar la exposición. En contra de lo previsto inicialmente, tendrán que pasar por taquilla y comprar la correspondiente entrada ya que uno de los aspectos que se ha modificado es la venta anticipada de tickets por valor de 80.000 euros al Ayuntamiento para garantizar el acceso gratuito de los vecinos de la capital ribereña.
El secretario general de la Fundación advirtió que la institución que representa firmará con el Ayuntamiento de Aranda el convenio marco que se ha rubricado con todas las localidades que han albergado alguna edición de Las Edades del Hombre, sin incluir la adenda que reflejaba los 170.000 euros a abonar por el Consistorio arandino, aunque puntualizó que «si el Ayuntamiento encuentra una vía de financiación, de colaboración, en alguno de los proyectos o en alguna de las partidas, será bien recibida»
La alcaldesa, por su parte, insistió en que fue el Ayuntamiento el que planteó la posibilidad de extender Eucharistia a dos sedes y desde el primer momento supo que eso conllevaba un sobrecoste cercano a los 300.000 euros que tendría que asumir, entre otras razones por su amplia extensión expositiva, solo Santa María supera en superficie las tres sedes que hubo en Arévalo. La intención era haberlo cubierto con aportaciones privadas. Sin embargo, tras no obtener el montante total, en noviembre de 2013 se cuantificó en 170.000 euros la aportación municipal y así se reflejó en el convenio, lo que desató la polémica. En cualquier caso, negó que hubiera ocultado nada, y atribuyó su silencio al «sigilo profesional» que requiere este tipo de negociaciones.
González adelantó que el equipo de gobierno seguirá trabajando para intentar conseguir el mayor número de aportaciones posible. De hecho, afirmó que, a día de ayer, se contaba ya con compromisos por valor de 152.000 euros, por lo que la cantidad pendiente de recaudar no llegaría a los 170.000 euros iniciales.
Aunque no descartó tajantemente negociar con el resto de grupos políticos para intentar obtener el respaldo suficiente en el pleno para poder liberar el dinero, sí que reconoció que sería seguir trabajando «en una línea que parece agotada». Por otro lado, tampoco desechó la posibilidad de habilitar alguna otra fórmula, diferente a la de un convenio, para colaborar con la Fundación.
Se da la circunstancia de que esta comparecencia estuvo precedida de una junta de portavoces en la que no se informó a los grupos políticos asistentes de la solución adoptada.