Después de décadas de deterioro que obligaron al Ayuntamiento a tomar las oportunas medidas de seguridad, por fin parece que este verano se llevará a cabo las obras de consolidación del Puente de San Miguel sobre el río Brullés, infraestructura de origen romano pero que fue reformado en la Edad Media. La situación del puente ha sido tan alarmante que, incluso, la Asociación Hispania Nostra le incluyó en 2013 en su «lista roja» de patrimonio en peligro, mientras vecinos de la villa clamaban a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León por su salvación y llegaban a pedir la mediación del Defensor del Pueblo y del Procurador del Común.
Este puente, con sus tres arcos ojivales, que cruza el Brullés en el camino de Sasamón a Alar del Rey, está seriamente afectado en su integridad con peligro de desprendimientos y derrumbes parciales o totales, según reconoce el alcalde de la localidad, José Ortega, que recuerda que el Ayuntamiento se ha tomado en serio esta situación, primero adoptando las oportunas medidas de seguridad precintando el paso por el mismo y, segundo, destinando una partida presupuestaria en este ejercicio de 45.000 euros para su reparación.
Además, afirma el regidor, el Ayuntamiento está en permanente contacto con Patrimonio de la Junta, así como con la Confederación Hidrográfica del Duero «como administraciones necesariamente implicadas en la definición de las actuaciones a llevar a cabo por el Ayuntamiento como titular del bien para garantizar su recuperación», añade Ortega. Éste confirma que se ha solicitado ya el permiso a la CHD para actuar en los trabajos de limpieza y consolidación de la estructura del puente. Éstos, asegura, no se ejecutarán antes del verano, ya que es necesario que el caudal del agua sea el mínimo para realizar los trabajos, situaciónn que durante estos meses invernales y de primavera es más difícil por las lluvias que suelen traer consigo. Pero lo importante, asegura el alcalde, es que la decisión es firme y los trabajos se acometerán en este puente que es uno de los bienes patrimoniales de la villa segisamonense.
Uno de los principales problemas que ha contribuyendo a su degradación ha sido la presencia de un árbol en uno de los ojos que ha ido desplazando las piedras del eje central con el riesgo de derrumbe.
Este puente de San Miguel no es el único puente sobre el río Brullés existente en Sasamón; los otros dos son el Trisla y Puente Nueva. Todos son de origen romano aunque fueron completamente reformados en la Edad Media.