Año y medio de cárcel por arrollar y matar a un joven en un paso de cebra

I. Elices / Burgos
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La juez estima que el hombre que atropelló en 2012 a un chaval de 14 años en avenida de Cantabria «no iba atento» y «reaccionó erróneamente», pues aceleró en lugar de frenar

La Policía Local completó el atestado al día siguiente del accidente. - Foto: Jesús J. Matías

La Fiscalía de Burgos y la defensa del hombre que provocó la muerte de un chaval de 14 años al atropellarlo en avenida de Cantabria el año pasado han llegado a un acuerdo por el que el conductor ha sido condenado a un año y medio de prisión. Pero no habrá de ingresar en la cárcel, ya que la pena no supera los dos años y G.M.S., de Valladolid, carece de antecedentes penales.

El juzgado de lo Penal número 3 le considera culpable de un delito de homicidio por imprudencia grave y también le ha condenado a perder el carné de conducir por un periodo de cuatro años. La aseguradora del coche del imputado ya indemnizó a los padres de Álvaro González del Castillo, quienes renunciaron a presentar acusación particular.

El accidente ocurrió el 29 de marzo de 2012. El acusado circulaba por la avenida del Cid con su Ford Kuga, «conduciendo de forma desatenta a las circunstancias del tráfico», según señala la sentencia. Por ello, a la hora de incorporarse a la avenida de Cantabria no se percató de que el muchacho estaba cruzando por el paso de peatones regulado por semáforo, que se encontraba en verde para los viandantes y en ámbar intermitente para los vehículos.

Atropelló a la víctima cuando ésta ha había atravesado dos de los tres carriles existentes en el sentido descendente de la circulación en avenida de Cantabria. En lugar de frenar «reaccionó erróneamente, acelerando el vehículo, que arrastró al menor 20,5 metros desviándose hacia la mediana, lo que agravó aún más las lesiones del menor», dice el fallo judicial.

El Servicio de Emergencias 112 Castilla y León recibió el aviso a las 17,40 horas. Además de varias patrullas de la Policía Local se desplazó una UVI móvil para evacuarlo urgentemente al centro hospitalario. Ingresó con traumatismos en la cabeza y en el tórax, así como múltiples fracturas de huesos, en la UVI. Los médicos del hospital nada pudieron hacer por salvarle la vida.

La víctima no llevaba en el momento del siniestro documentación alguna. Solo una mochila roja con algunas pertenencias, entre ellas un teléfono móvil, del que la Policía Local se sirvió para a través de la agenda y las últimas llamadas, localizar a sus familiares más cercanos.

El joven residía en una zona cercana a la avenida del Cid, en una pequeña calle de la zona de los Vadillos, y se dirigía a hacer deporte a una instalación cercana a la avenida de Cantabria, encaramado a su patinete. El semáforo que regula el paso de peatones del número 77 -en la esquina de una tienda de muebles y un bar- estaba en ámbar intermitente para los vehículos y verde para peatones, según la sentencia. Algunos testigos ya señalaron lo que el fallo judicial confirma. El conductor, que circulaba correctamente con un vehículo de gran envergadura, se puso nervioso al verse encima del chaval y en vez de frenar aceleró y le arrastró unos metros, hasta golpearle contra la mediana de hormigón. Tras el accidente, numerosos colectivos solicitaron que se eliminara la fase ámbar de éste y otros semáforos, por el riesgo que comportan para los peatones.