La Fundación Atapuerca ha decidido seguir en solitario con la organización del XVIICongreso Mundial de la Asociación Científica Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas, previsto para septiembre de 2014, a pesar de la falta de ayudas públicas y privadas.
En la reunión celebrada ayer por la subcomisión de trabajo creada dentro del patronato para este evento se decidió seguir adelante dada la trascendencia de esta cita por la asistencia de 3.000 científicos y por la mala imagen que daría para España una renuncia. «Ajustaremos al máximo los gastos porque la Fundación Atapuerca está sola en la organización de este evento», indicó el gerente de la Fundación Atapuerca, José María Rodríguez Ponga.
Este ajuste obligará a que todas las sesiones del congreso se realicen en las dependencias de la UBU, que las cede gratuitamente al ser patrono, en lugar de en el Fórum Evolución. El Ayuntamiento ha ofrecido unas tarifas con algún descuento, pero todo gasto añadido que se pueda evitar mejor. Únicamente se alquilarían las salas del auditorio para la reunión de la asamblea anual que se celebra de forma paralela al congreso.
Rodríguez Ponga reiteró la importancia de que este congreso se celebre en Burgos por el reconocimiento internacional que tiene en estos momentos el equipo científico de Atapuerca y porque de este modo se cierra un ciclo con la puesta en funcionamiento de todas las infraestructuras vinculadas al Sistema Atapuerca como el Museo de la Evolución, el Centro de Investigación en Evolución Humana, el palacio de congresos y los centros de recepción de visitantes en Ibeas y Atapuerca. «Es muy importante para la imagen de este colectivo científico español que está en uno de los primeros puestos de la ciencia mundial».
Esta organización reúne a 40.000 científicos, investigadores y profesores universitarios de más de 100 países. La candidatura de Burgos 2014 fue elegida en el último congreso celebrado en 2011 en Brasil a propuesta de los tres codirectores, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonel.
Se espera que a Burgos acudan entre 3.000 y 4.000 investigadores, lo que da idea de su magnitud.