A partir de la próxima semana los mirandeses que tengan intención de sacarse la licencia para conducir un ciclomotor, motocicleta, autobús, camión o vehículo con remolque, ya no tendrán que salir de la ciudad para obtener su carné, porque más de una década después, Miranda dispone nuevamente de una pista habilitada para la realización de los exámenes prácticos.
La parcela, ubicada en el Polígono de Ircio y cedida por el Ayuntamiento a tres autoescuelas locales que se han encargado de acondicionarla, cuenta ya con el visto bueno de la Jefatura Provincial de Tráfico, por lo que a partir de la próxima semana estará operativa, siendo los martes el día designado para exámenes.
De esta manera, se evitará que una media anual de 200 alumnos tenga que desplazarse a Burgos para la prueba final del permiso de conducir, con los inconvenientes que ello genera, al tener que asumir el examinado el gasto de desplazamiento, y en la mayoría de casos, incluso pedir un día libre en el trabajo.
«Es un logro que nos ha costado mucho esfuerzo conseguir», asegura Rafa Ríos, de la autoescuela Deóbriga, satisfecho de contar con una espacio que permita ofrecer más facilidades no solo a quienes precisan de una licencia profesional, sino que también resulta necesario para obtener casi cualquier carné que no sea el de coche, ya que la gran mayoría de categorías requieren un examen en pista.
Además, Ríos destaca la importancia que para la ciudad tiene recuperar una instalación de la que solo disponían hasta ahora en toda la provincia Burgos y Aranda de Duero, lo que supone «equipararnos nuevamente en la oferta de servicios y oportunidades».
Desde que a mediados de octubre se alcanzara un acuerdo con el Ayuntamiento para la cesión de la superficie en el polígono de Ircio, en carácter precario y revocable si se vendieran las parcelas industriales anexas aunque sin tasa para las autoescuelas al entender que su uso tiene un fin de interés público, los tres centros de formación han agilizado lo máximo posible la puesta en marcha de la nueva pista.
Para ello ha sido necesario suprimir algunas de las marcas viales existentes y realizar algunas nuevas, especialmente para delimitar el circuito de motocicleta. El mobiliario necesario para las prácticas (pivotes, vallas,...) será retirado a la conclusión de cada jornada.
La nueva pista se caracteriza por su amplitud, lo que permite adaptarse a la normativa actual, además de contar con un aparcamiento señalizado y ofrecer óptimas condiciones de seguridad, ya que situada al margen derecho de la carretera principal, únicamente cuenta con una entrada cuyo acceso estará restringido, lo que imposibilitará que, tanto durante la realización de exámenes como en otros horarios, pueda ser usada por vehículos particulares con un fin distinto al asignado.
alternativas. La consecución de una pista para examinar era un reclamo prioritario para las autoescuelas de la ciudad desde que hace más de diez años la construcción de la rotonda de acceso a la N-I desde el Casco Viejo dejara inutilizable la explanada de Eras de San Juan (junto al Club Piragüismo Antares) en la que se realizaban los exámenes.
A partir de entonces comenzó un continuo peregrinar para conseguir un nuevo espacio que evitará a los alumnos tener que desplazarse regularmente a Burgos, inconveniente que ha llevado a muchos a matricularse directamente en autoescuelas de Vitoria, diezmando aún más a un sector local que también ha sufrido el fuerte impacto de la crisis.
El aparcamiento invernal de camiones de la N-I fue la primera alternativa sugerida, pero las negociaciones no cristalizaron, algo similar a lo que ocurrió con una calle del Polígono de Ircio, propuesta desechada al tener una servidumbre de paso (se corría el riesgo de que durante un examen pasara, por ejemplo, un tractor). Finalmente la cesión de la nueva parcela, junto a un aparcamiento y alejada de la vía principal, ha sido la solución definitiva.