El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Burgos ha rechazado las medidas cautelarísimas que acompañaban la demanda -que sigue adelante- presentada por el Ayuntamiento de Penches contra el cierre de las guardias médicas en el punto de atención continuada (PAC) de oña. Además de reprocharle que considere ahora muy urgente la reapertura de un recurso que se cerró en octubre, le plantea que sus vecinos pueden acudir a uno mucho más cercano que la alternativa facilitada por Sanidad (Briviesca), sin percatarse de que Poza de la Sal carece de centro de salud y solo dispone de un consultorio.
El error podía haberse evitado solo con consultar internet, lo que sí hizo el juez para comprobar que con la edición digital de la Guía Michelín, el centro de Poza de la Sal está a 17 kilómetros de Penches, que se tardan en recorrer 24 minutos. Y la distancia es correcta, pero al llegar no hay tal instalación. Trataba así de echar por tierra el argumento de los vecinos, que defendían la reapertura al encontrarse Briviesca a más de 30 minutos de sus casas. «Olvida el Ayuntamiento que sus ciudadanos no están forzados a acudir a esta localidad, puesto que mucho más cerca se encuentra Poza de la Sal, dentro de la misma zona de salud», remarca el auto del juzgado burgalés.
Al margen del desliz, en la resolución -adelantada ayer por El Mundo- se reprocha al Ayuntamiento que se haya «dejado transcurrir más de 5 meses» entre el cierre -dictado por la Junta el 1 de octubre de 2012- y la solicitud de reapertura -del viernes 8 de marzo- que «ahora se pretende que la medida es tan urgente que no puede esperar 10 días a que la Junta pueda contestar y 5 más a que se resuelva», en referencia al plazo que tiene la administración para contestar a las alegaciones de los demandantes. El juez también cuestiona que normativa conceda a los ciudadanos «un derecho subjetivo» a tener un centro de salud a menos de 30 minutos, sino solo la cabecera de la zona de salud.
Como esta demanda de Penches existen otras 5, correspondientes a los ayuntamientos de Cantabrana,Salas de Bureba,Rucandio,Oña y Padrones de Bureba.Según detalla su representante legal, tres de ellas han caído en elContencioso número 2 -el de este auto- y otras 3 en el 1 -cuya jueza aún no se ha pronunciado ni siquiera sobre las medidas cautelarísimas-. De este modo, aún esperan que sus argumentos puedan encontrar una respuesta positiva en primera instancia, donde intentarán también hacer valer el informe del Procurador del Común que respalda sus inquietudes.
Asimismo, quieren dejar claro que no han estado desde octubre cruzados de brazos, sino que han mantenido numerosas reuniones y negociaciones políticas, precisamente con la intención de evitar que el conflicto se judicializara.Amén de que en localidades sin apenas recursos, algunas incluso carentes de secretario, no resulta nada sencillo poder presentar una demanda. En cualquier caso, insisten en la urgencia de la reapertura, porque en cualquier momento puede surgir un problema, más en la villa oniense, donde funcionan dos residencias de ancianos.
PRADOLUENGO
El camino de Oña y las otras cinco localidades de su entorno discurre paralelo al de Pradoluengo, que también se ha quedado sin urgencias nocturnas, por lo que sus vecinos deben acudir a Belorado. Su caso lo llevan los servicios jurídicos de la Dipitación, que no solicitaron medidas cautelarísimas, sino cautelares, sobre las que el juez aún no se ha pronunciado.