El tráfico en la ciudad se va poco a poco normalizando después de varios meses muy alterado por las obras, aunque aún quedan algunas actuaciones que van a seguir limitando en parte las conexiones entre varios barrios. Pero al menos desde ayer una de las principales vías de comunicación de la ciudad, como es el puente de Carlos III, se volvió a abrir al tráfico en sentido al Casco Histórico.
Es la consecuencia del fin de los trabajos de peatonalización parcial de la calle Real Aquende. Unas obras que comenzaron la última semana del mes de junio y que han tenido eliminada la conexión directa entre el casco urbano y toda la zona de Orón, donde además de encontrarse el barrio de El Crucero, hay diferentes equipamientos públicos como el hospital comarcal, el Centro Integrado de Formación Profesional Río Ebro, el Conservatorio y otros privados como la residencia de mayores, el ITM o el tanatorio.
El fin de los trabajos en ese tramo de la vía habilita además la vuelta a la normalidad de otro importante servicio, como el del autobús urbano que conecta el centro urbano con el hospital, de tal forma que ya están de nuevo operativas las paradas que se eliminaron en su día en la plaza de España y la carretera de Orón, ya que el bus, en su recorrido hacia Orón, ya no debe tomar como camino alternativo al anterior la travesía de la carretera N-I.
No ocurre lo mismo en el sentido inverso, ya que los trabajos no se han podido acabar todavía en la zona de La Fuente. En esta calle las obras se han alargado más de lo inicialmente previsto, ya que cuando se levantó el pavimento aparecieron algunas tuberías que no constaban en los planos existentes, lo que obligó a modificar levemente la intervención para contemplarlas.
De ahí que de momento, y hasta que se acaben los trabajos, el autobús seguirá circulando por la N-I para los trayectos entre el hospital y el casco urbano, sin parar por ello en el Casco Viejo, la Barriada de San Juan del Monte o el puente de Hierro.
No obstante se confía en que antes de que acabe el mes se tenga abierta la calle La Fuente, ya que el grueso de la obra está terminada, y solo falta la zona de unión con la calle Independencia y San Francisco, frente al Centro de Interpretación Miranda Antigua (CIMA). Aunque iban a ser inicialmente dos meses de trabajos, la obra se ha alargado, lo que también ha obligado al Ayuntamiento a pedir un aplazamiento para tenerlos justificados ante la Junta y el Ministerio, ya que se trata de unas obras que están vinculadas al Área de Rehabilitación del Casco Histórico (ARCH), que teóricamente tenían que estar terminadas para el 30 de septiembre. Una extensión del plazo que igualmente ha venido bien a varios beneficiarios de las ayudas que tenían aún pendiente de justificar alguna de las intervenciones.
En paralelo ya se ha abierto el tráfico en la calle Oroncillo, y en cuanto al paso peatonal, desde ayer también se puede acceder andando a la plaza de La Fuente y con ello se abre el tránsito para ir a puntos como el colegio Sagrados Corazones, la residencia mixta o Callejonda a través de las escalera de la citada plaza.