Eudald Carbonell cumple este verano 40 años de trabajos en Atapuerca; José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga, 35, respectivamente. Los tres, cada cual a su manera, son la imagen viva de uno de los mayores y más innovadores proyectos científicos que están en marcha en España, una extraordinaria aventura del saber con base en Burgos y espíritu universal. Aunque veteranos ya, los tres ilustres codirectores se sienten más jóvenes si cabe que muchos de los cientos de investigadores que les rodean todos los veranos. Son famosos -y lo saben- pero eso no quita que sean muy conscientes de sus orígenes «de la nada», del largo y duro camino recorrido en estas últimas cuatro décadas. Lo único que les quita el sueño a estas alturas, reconocen, es el secreto que descubrirán el próximo verano en la Sierra, su reto e ilusión permanente.
¿Cómo han vivido el 40 aniversario estas últimas semanas?
Eudald Carbonell: Ha sido muy especial. Los años son años, pasan y llevamos muchos insistiendo en el tema de la evolución humana. Los resultados obtenidos son consecuencia de 40 años de trabajos. Es un año muy especial, sobre todo para los pioneros, para los que hemos estado al pie del cañón.
¿Quedan muchos de los pioneros?
E.C.: Quedan muy pocos y en cinco años seremos menos. Ser pioneros requiere de unas energías que ya no se dan cuando un proyecto está consolidado, aunque, insisto, mantener este proyecto es tan importante como emprenderlo.
Después de tantas campañas, tantas investigaciones, tantos avances y tantos reconocimientos. ¿Qué mensaje clave nos deja Atapuerca? ¿En qué concluye todo esto?
Juan Luis Arsuaga: En que la prehistoria nos une por igual a todos los seres humanos. Hemos estudiado la evolución humana desde múltiples ámbitos pero la aportación intelectual y cultural que nos envía lo que hemos descubierto es que es universal, interesa lo mismo a un chino, a un japonés... Atapuerca nos dice que todos los humanos que vivimos en el planeta Tierra tenemos raíces comunes y que somos hermanos. La ciencia contribuye así a que la especie humana tenga una visión de sí misma que, en cierto modo, supera aquella ilusión de que todos éramos muy distintos, que teníamos diferente color, diferentes lenguas... Hemos vivido durante miles de años bajo la ilusión de que los humanos éramos muy diferentes, pero era una ilusión, somos iguales y tenemos raíces comunes. Esto es una aportación de primer orden. Imagínense que la ciencia hubiese demostrado lo contrario...
José María Bermúdez de Castro: Atapuerca nos deja un patrimonio fantástico, diverso, fabuloso y que puede ser apreciado por todo el mundo, chicos y mayores. Tiene historias increíbles para contar de rinocerontes, de leones, de seres humanos construyendo herramientas... y para llenar los museos. Eso queda y quedará para el futuro. También quedará una parte reflexiva, la que nos corresponde a los que ya vamos cumpliendo años y que surge de la asimilación de toda la información acumulada sobre la historia de la humanidad, la que debemos e intentamos transmitir: Somos lo que somos, por qué estamos aquí, qué nos diferencia de otras especies que ha habido en el pasado y qué somos...
J.L.A.: Por eso interesa muchísimo a la gente. Es un tema que fascina, de primerísima importancia para el ser humano.
E.C.: Somos la misma especie en la diversidad, pero con lenguas, costumbres y ceremonias distintas. Integrar esta diversidad es lo que nos está enseñando la ciencia. Somos diversos pero, a la vez, somos la misma especie.
¿Cómo divulgar con éxito la fuerza y actualidad de ese mensaje universal después de los 40 años que llevan haciéndolo?
J.L.A: Yendo mucho más lejos. Burgos tiene que convertirse en una referencia mundial en este sentido y no estoy diciendo que el MEH se convierta en una referencia mundial, sino que la ciudad sea consciente de su protagonismo mundial, de que se encuentra en un lugar excepcional y que tiene una voz y un poder de convocatoria inigualables. Burgos puede convocar a cualquier líder mundial o a cualquiera porque es un lugar muy especial, porque tiene en Atapuerca una gran palanca.
E.C.: Burgos es un lugar de pensamiento y de reflexión con toda la historia de Atapuerca que atesora. Los fósiles, los yacimientos o el museo son los instrumentos para esta síntesis de reflexión y pensamiento.
J.L.A.: ¿Por qué no una gran cumbre de jefes de estado en Burgos? Del tema que sea..., el cambio climático, los derechos humanos, el desarme, la humanidad... Estamos en un lugar que ofrece las condiciones para reflexionar durante unos días sobre temas fundamentales...
(Entrevista completa en la edición de hoy)