El restaurante Fábula, situado actualmente en la calle La Merced 19, pondrá fin a su actividad el próximo mes de junio después de 14 años como referente de la cocina creativa burgalesa. La decisión responde a motivos personales, según confirma Isabel Álvarez y Álvaro Rivera, copropietarios del establecimiento que estuvo ubicado en sus inicios en La Puebla.
De estos años de trayectoria, Álvarez destaca el haber conseguido dos ‘Soles’ otorgados por la Guía Repsol, además de su aparición en el periódico The New York Times, en el artículo donde figuraba Burgos como destino turístico recomendable para 2013. Pero al margen de los logros conseguidos, subraya la defensa realizada en este tiempo en favor de los productos autóctonos con la elaboración de menús dedicados, por ejemplo, al Valle de Caderechas.
Precisamente, en estos dos meses que aún quedan de actividad y después de esta Semana Santa, el restaurante burgalés eliminará la carta para realizar una recopilación de los menús específicos que más éxito han tenido entre su clientela y entre los que se encontrarán los inspirados en la cocina japonesa y la americana.
Antes de optar por el cierre definitivo, los responsables de este establecimiento barajaron varias opciones de continuidad, que finalmente no han prosperado. La decisión no ha sido fácil, puesto que su implicación con la cocina burgalesa ha ido más allá de los fogones de su local. En este punto, Álvarez subraya el trabajo realizado en la consecución de la Capital de la Gastronomía y se lamenta de no haber podido disfrutar el título durante todo el año de vigencia.
Fábula empezó su andadura en la calle La Puebla hace 14 años. «Cuando llegamos se desconocía un poco lo que era la cocina creativa», comenta la copropietaria. Sin embargo, en 2012 el negocio se trasladó a la calle La Merced, donde se ha mantenido hasta la fecha. Un total de cinco personas trabajan actualmente en el establecimiento hostelero.
Ávarez sitúa a la clientela como la clave del éxito hostelero conseguido en estos años. «Ellos son los que han hecho que nos esforzáramos cada día al decirnos que estábamos haciendo las cosas bien», sentencia esta restauradora, que también es miembro de la Asociación de Cocineros Burgaleses. De hecho, esta misma semana tiene la intención de informar personalmente a sus clientes de la decisión tomada.