Herrera exige a Madrid que apoye lasinversiones en innovación energética

B.G.R. / Burgos
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El presidente de la Junta inaugura la central térmica de biomasa de L'Oréal, la primera de España de trigeneración, que permitirá a la fábrica radicada en el polígono de Villalonquéjar ser neutra en emisiones de CO2 el próximo año

Responsables regionales y locales, junto a directivos de la multinacional de cosméticos tras la visita a la instalación. - Foto: Ángel Ayala

 
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, mostró ayer la «preocupación» del Ejecutivo regional por los cambios regulatorios que afectan a proyectos de innovación y modernización energética vinculados a los procesos productivos de las empresas. Una «inquietud» que aseguró haber trasladado al Gobierno central con la intención de que dé «prioridad, respete y potencie» las decisiones empresariales e industriales que se tomen en este sentido.
Herrera se refirió, principalmente, a los proyectos relacionados con la cogeneración industrial o las plantas de biomasa, como la que ayer inauguró en Burgos y que cubrirá el 100% de las necesidades energéticas de la fábrica de L’Oréal en el polígono industrial de Villalonquejár. Y poniendo como ejemplo dicha instalación, avanzó la necesidad de que la regulación del sector energético se oriente a incentivar el desarrollo de estas inversiones y generar certidumbre.
Durante su intervención, el responsable regional subrayó la importancia de apostar por la biomasa «por y para el futuro», al valorar sus «beneficios energéticos y medioambientales». «Tiene un carácter estratégico para Castilla y León porque contribuye al mantenimiento de los bosques y a la prevención de los incendios forestales», manifestó, no sin antes remarcar el potencial que tiene la comunidad en este ámbito al ser la que cuenta con más superficie agrícola y forestal de España.
En este sentido, hizo mención  al Plan de Bioenergía de la Junta, aprobado en 2011 y que tiene como objetivo conseguir que en 2020  el 8% del consumo energético de la región provenga de la biomasa, avanzando que en la actualidad ya se ha conseguido el 4%. A ello agregó el programa que promueve la sustitución de calderas de gasoil por otras de biomasa en edificios públicos y que prevé la realización de 235 actuaciones con una inversión de 58 millones de euros.
Estos proyectos regionales van en la línea del presentado ayer por L’Oréal, cuya central térmica de biomasa supone para Herrera un «ejemplo» para el resto de las empresas, además de poner de manifiesto que los «proyectos medioambientales sostenibles son compatibles con la competitividad». En este punto, destacó la colaboración público-privada que la fábrica de cosméticos burgalesa ha demostrado durante sus cuarenta años de experiencia a través del Ente Regional de la Energía (EREN) en materia de ahorro, eficiencia y energías renovables.
La instalación inaugurada ayer es la primera de España que combina una trigeneración de energía con el uso de la biomasa y la tecnología fotovoltaica, siendo capaz de abastecer de vapor, agua caliente y fría y electricidad a la planta de Villalonquéjar y de cubrir el 100% de la energía que requiere  la fabricación y envasado de productos cosméticos. Con ello y según apuntó el presidente y consejero delegado de la firma en España, François-Xavier Fenart, la fábrica burgalesa será neutra en emisiones de CO2 en el próximo año.
«La central será beneficiosa para la fábrica, las empresas cercanas y la ciudad», remarcó el directivo, en referencia a que la multinacional francesa de cosméticos consumirá el 70% de la producción energética (20.000 megavatios hora al año), mientras que el 30% restante se venderá a otras compañías del polígono. 
Más allá de este proyecto, que se presentó en enero de 2012, esta compañía comenzó su compromiso con la sostenibilidad en 1997, cuando instaló las primeras placas termosolares. Una política que continúa, tal y como afirmó la directora de la planta, Ana SanJuan, que avanzó que a partir de junio el agua procedente de la depuradora biológica, y que ahora se envía a la municipal, será tratada a través de un sistema que permitirá reutilizarla en los procesos de lavado. Todo ello supondrá una reducción del consumo del 46%, a lo que se sumará una disminución del 51% de los residuos gracias al aprovechamiento del calor de la  biomasa para el secado de lodos.